Para Argentina, sólo importa el precio de la soya. Así de categóricas fueron las afirmaciones de Deutsche Bank y JPMorgan Chase, que descartaron que la amenaza del Fondo Monetario Internacional de quitar financiamiento a Argentina reduzca el atractivo de sus bonos.
Ambos bancos aseguraron que el alza de las exportaciones de soya impulsará el crecimiento económico y los bonos argentinos en dólares, lo que pesará más que las preocupaciones de que el FMI censure al país por manipular las cifras de inflación.
A comienzos de esta semana la junta de directores del Fondo advirtió a Argentina que tiene hasta el 17 de diciembre para responder a los cuestionamientos sobre la veracidad de los datos oficiales de inflación y económicos.
Si la administración de Cristina Fernández no cumple, puede recibir una declaración de censura, convirtiéndose en el primer país en recibir este tipo de advertencia. Medidas posteriores serían que el país quede sin acceso a los recursos generales del fondo y suspender sus derechos de voto, de acuerdo con las reglas del FMI.
Desde que el ex presidente Néstor Kirchner reemplazó a personas en el instituto nacional de estadísticas en 2007, Argentina ha reportado una inflación promedio de 8,8% anual, frente a la tasa de 23% que estiman los analistas.
La diferencia ha permitido que el gobierno ahorre US$ 7 mil millones en pagos de intereses de títulos vinculados a las alzas de los precios al consumidor, según ACM Consultores.
Esta misma semana, la agencia Moody’s Investors Service bajó la perspectiva de la calificación de la deuda soberana a negativa, desde estable, argumentando que la falta de estadísticas confiables “hace que sea muy difícil saber con certeza las reales condiciones económicas de Argentina, generando dudas sobre la habilidad del país para manejar shocks adversos”.
Bancos bajan perfil
Sin embargo, tanto Deutsche Bank como JPMorgan Chase matizaron el impacto de las acciones del FMI. “Las expectativas para la actividad el próximo año están siendo revisadas al alza”, dijo a Bloomberg el economista de Deutsche Bank, Mauro Roca. “Cualquier sanción formal tendría poco impacto en el crédito, ya que Argentina no necesita recursos del FMI”.
Por su parte, el economista de JPMorgan, Vladimir Werning, afirmó en una nota a clientes que Argentina no depende del FMI para obtener financiamiento y que no tiene deuda pendiente con la organización. Incluso si otros prestamistas multilaterales le quitan financiamiento, Argentina no debería perder más de US$ 1.600 millones anualmente, aseguró.
Werning estimó además que el alza en los precios de los commodities agrícolas, como resultado de la peor sequía en más de 50 años en EEUU, otorgará US$ 11 mil millones adicionales en ingresos por exportaciones agrícolas el próximo año.
Una racha alcista en la deuda este mes redujo los rendimientos de los títulos en 1,53 puntos porcentuales a 10,72%, y los colocó por debajo de Venezuela por primera vez desde julio, mostraron datos compilados por JPMorgan.
Argentina es el único país miembro del G20 que se ha negado a permitir que el FMI realice su revisión anual de la economía nacional, un procedimiento que se conoce como la consulta del capítulo IV. Kirchner acusó al Fondo de presionar a Buenos Aires hacia una crisis financiera, que desembocó en el default de US$ 95 mil millones de bonos en 2001.