Reino Unido endurece medidas para estudiantes extranjeros
Nuevos planes se implemetarán las próximas semanas...
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Por Chris Cook, corresponsal de educación
Los estudiantes extranjeros necesitarán ganar al menos 20.000 libras (US$ 31.400 ) al año y sólo trabajar en compañías acreditdas por el gobierno, si quieren quedarse en el Reino Unido después de que se hayan graduado, bajo los planes que serán implemetados “en semanas”.
El gobierno está apuntando a incrementar el número de graduados que dejan el país después de sus estudios, como parte de sus esfuerzos para reducir la inmigración a menos de 100.000 al año a fines de este período parlamentario.
En 2010, el último año completo del que hay datos disponibles, los inmigrantres superaron a los emigrantes en 252.500.
Los estudiantes desde el extranjero son un problema importante para las ambiciones del gobierno; en 2010, 238.000 de un total de 591 inmigrantes llegaron al Reino Unido con el objetivo de estudiar. Sin embargo, este flujo de entrada también ayuda a financiar el sector de la educación universitaria, 9,6% de su ingreso en 2099-10 vino de las matrículas pagadas por los estudiantes que no pertenecían a la UE.
Los ministros se han resistido a recortar esta fuente de ingreso universitario. Damian Green, ministro de Inmigración dijo: “Es vital que continuemos atrayendo a los mejores estudiantes internacionales, pero tenemos que ser más selectivos sobre quién puede venir y cuánto tiempo se puede quedar”.
Bajo las nuevas reglas, sólo se puedan quedar y sólo si reciben “una oferta de trabajo de un empleador acreditado por inmigración y un salario de 20.000 libras y más”.
Por otro lado, los emprendedores estudiantes con “al menos 50.000 libras para invertir en sus propios negocios” podrían calificar para visas.
El gobierno ya cerró el anterior programa de visa para estudiantes, que permitía a 38.000 ex universitarios a quedarse en 2009. Los requisitos para los estudiantes que entren al país también han sido endurecidos y el gobierno anticipa que eso combinado con las nuevas medidas debería llevar a una reducción en la migración neta de “cerca 60.000 al año”.