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“Se avizora una estabilidad financiera y fiscal que no hemos visto en los últimos dos años”

El experto destacó que un eventual rescate a España podría ser el comienzo del final de la actual crisis europea.

Por: | Publicado: Lunes 10 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Marco Fajardo



Durante los próximos meses de “tira y afloja” en la crisis europea, una pregunta sobresale del resto como la más relevante por resolver: ¿recurrirá finalmente España a la ayuda de la Unión Europea? El economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Sebastian Barnes, cree que un rescate sería clave para resolver definitivamente la incertidumbre.

-¿Cuáles serán los eventos claves de los próximos días?

- Hay dos extremadamente importantes. El primero es el veredicto de la Corte Constitucional alemana este martes sobre el fondo de rescate, el Mecanismo de Estabilidad Europeo. El segundo será cuando la Comisión Europea haga sus propuestas sobre la unión bancaria, lo que es un gran paso en términos de hacer el euro más seguro en el largo plazo y tendrá sin duda un efecto en cómo se resuelva la presión actual.

- Luego de que el BCE anunciara un plan de compra de bonos si los países piden ayuda, ¿aumenta la posibilidad de que España recurra a un rescate?

- Sí, el anuncio del BCE cambia la situación, en parte porque hay más claridad sobre las condiciones en caso de una petición de ayuda (…) y eso provee algunos incentivos para participar en los programas. Los países (que pidan el rescate) ahora tienen el pleno respaldo del BCE en términos de compra de bonos en el mercado secundario.

- ¿Cómo afectaría al euro un rescate a España?

- En términos de la inestabilidad que hemos visto en el euro y la falta de confianza en el mercado, creo que tener mayor certidumbre sobre qué va a suceder con España ayudaría en la resolución de la crisis e incertidumbre que han estado socavando el consumo y la inversión.

- ¿Cómo luce la eurozona en los próximos dos meses?

La incertidumbre es muy alta. Tenemos una crisis profunda, económica, fiscal y de alguna forma política, y es difícil pronosticar qué sucederá. Sin embargo, creo que con las recientes decisiones del BCE y las conclusiones de los líderes europeos se avizora una estabilidad financiera y fiscal que ha estado ausente en los últimos dos años. Creo que eso entrega una base, por un lado para la eurozona, impulsando a los países a realizar las reformas que les faltan y enfrentar sus problemas, y por otro lado entrega una cierta base de confianza. (…) Este año habrá una recesión y desafortunadamente el desempleo seguirá subiendo, pero creo que en 2013 hay buenas posibilidades de que empiece una recuperación si se siguen las políticas correctas, y que luego haya una mejora más significativa.

- ¿Estamos en un momento clave para el euro?

- Creo que los últimos hechos han sido claves. La crisis fue muy grave en junio y aún estamos en una situación extremadamente difícil. Sin embargo, creo que la decisión del BCE fue muy clara e importante, y cambió la perspectiva para el euro. Aún no se ha acabado, aún hay cosas por hacer en ciertos países, con más consolidación fiscal a nivel europeo. Todos los países, incluidos los que están en buena forma, como Alemania, necesitan reformas estructurales muy ambiciosas para volver a un crecimiento sostenible. Aún hay mucho por hacer, pero creo que hay varias señales de que las cosas se están haciendo, y creo que la decisión del BCE provee una estabilidad básica para que el resto de las cosas ocurra.

- ¿Se beneficiaría también Italia si pide un rescate?

- Creo que Italia es un caso menos claro que España, aunque también ha sufrido altos costos de financiamiento, lo que es un gran problema para un país con una alta deuda en relación al PIB y que además ha tenido un débil crecimiento en la última década, por lo cual la sostenibilidad de la deuda es muy difícil. Obviamente hay costos en términos de condicionalidad si piden un rescate, así que tendrían que evaluar. En términos de mercados financieros hay una clara ganancia por la reducción de la incertidumbre.

- ¿Y Portugal?

- Portugal está en una posición muy difícil, básicamente porque ha estado acumulando grandes cantidades de deuda externa en la última década e inevitablemente iba a tener que haber algún tipo de ajuste. De alguna forma es inevitable que pasen por un momento difícil. También tienen un gran déficit de presupuesto que debe corregirse. No hay mucho que pueda hacerse y la recesión es parte del ajuste. Por otra parte hay cosas que podrían hacerse para intentar minimizar el impacto de la recesión. En particular hay una necesidad de más ajuste de precios que sería impulsado por reformas estructurales y eso ayudaría a crear una demanda adicional y ayudar a acelerar el reequilibrio de la economía.

- ¿A qué tipo de ajuste de precios se refiere?

- Básicamente, al igual que en otros países, (Portugal) ha perdido competitividad en la última década y necesita nuevos productos para exportar y ganar competitividad. Hay dos formas de hacerlo: una es reduciendo salarios y precios (…) y la otra, que es más sostenible y más atractiva, es subiendo la productividad. Varias reformas son parte del programa (de rescate) y hay que esperar su implementación, como liberalizar el mercado de productos, subiendo la competencia y todas esas cosas que contribuyen a hacer más eficiente la economía y sus productos más baratos en el mercado mundial.

- ¿Está Grecia más cerca de salir de la eurozona?

Seguimos creyendo que es en el interés de Grecia y del resto de la eurozona que permanezca en la unión monetaria. Grecia no ganaría mucho saliendo del euro, porque muchos de sus problemas son estructurales (...) y las reformas son necesarias más allá de que siga o no en el euro. Aunque es un riesgo, (la salida de Grecia del euro) no es el escenario más probable.

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