El mexicano Carlos Slim, el hombre más rico del planeta según Forbes, está enfrentando una creciente reacción en contra en los países latinoamericanos que lo han hecho millonario, a medida que las autoridades ponen freno a su imperio de comunicaciones móviles. Esta oposición viene especialmente desde México, donde el nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, dijo que debería haber más competencia en la industria telefónica de la nación donde la empresa insignia de Slim, América Móvil, tiene 80% de los teléfonos fijos y 70% de las suscripciones de celulares.
Luego de esto, los tres mayores partidos políticos de México firmaron un pacto para introducir una ley el próximo año para fortalecer los reguladores antimonopolio y de telecomunicaciones y para regular los precios y la red del carrier dominante “de acuerdo a las mejores prácticas internacionales”. Los partidos también acordaron la subasta de espectros en la banda de 700 megahertz a una firma que pueda revender capacidad para crear más competencia en los servicios móviles.
Medidas extremas
Las acciones de los reguladores para incentivar la competencia en México y Brasil (que representan el 65% de los ingresos de América Móvil), han presionado la rentabilidad de la firma de Slim. En Brasil, el 23 de julio el gobierno le prohibió a la firma vender nuevos planes móviles en algunos estados. Desde entonces, los papeles de América Móvil (que en Chile opera como Claro) han caído 16%.
Pero, más países están tomando medidas para incentivar la competencia. En septiembre, Argentina canceló una subasta de licencias de espectro para celulares y las entregó a una empresa estatal que competirá directamente con América Móvil y unidades locales de Telefónica y Telecom Italia.
En Colombia, el gobierno anunció el mes pasado planes para excluir parcialmente a la compañía de Slim de una subasta de espectro, permitiéndole participar sólo en un espectro que, debido a sus características, requiere más gasto para construir una red de celulares funcional. Los legisladores colombianos han propuesto un límite de 30% de participación para compañías celulares, las que exigirían que América Móvil recorte operaciones por casi la mitad de su ingreso en ese país.
“Ya que la firma tiene una posición dominante, tenemos que regular”, dijo a Bloomberg el ministro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información colombiano, Diego Molano.