El director gerente del FMI, Dominique
Strauss-Kahn, dijo hoy que el organismo ayudará a los países
emergentes que lo necesiten y recordó que se han activado mecanismos
de emergencia para responder con celeridad a situaciones críticas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó esta semana que
ha puesto a disposición de los países miembros sus reservas de casi
US$250.000 millones para responder a la crisis financiera.
La institución desembolsaría los recursos en forma de préstamos
urgentes, con menos condiciones que sus programas habituales y en
cuestión de dos semanas.
Strauss-Kahn activó el miércoles el proceso, que se usó por
última vez durante la crisis asiática de finales de los 90.
El responsable del Fondo dijo durante su discurso ante la sesión
plenaria de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial (BM) que
concluye hoy en Washington que "las economías emergentes tienen
diferentes grados de libertad de actuación".
Mencionó, en ese sentido, que algunos países podrán utilizar
reservas para financiar una caída temporal y repentina en los flujos
de capitales, otros, explicó, deberán aumentar los tipos de interés
en línea con el incremento en las primas de riesgo para frenar así
la salida de flujos y reforzar la confianza en sus divisas.
"Algunos pueden necesitar ayuda y posiblemente una ayuda muy
sustancial", pronosticó Strauss-Kahn, quien prometió que el FMI
responderá a las llamadas de colaboración.
Subrayó que las naciones en vías de desarrollo sufren ya los
efectos de unas menores exportaciones y un acceso reducido al
crédito comercial.
Eso, dijo el responsable del FMI, se suma a los altos precios de
los combustibles y los alimentos, que ejercen presión sobre los
presupuestos y las balanzas de pagos y han aumentado la inflación y
los costes de vida.
"El Fondo los ayudará y sé que el Banco Mundial también lo hará",
indicó.
En cuanto a las economías avanzadas, señaló que los Gobiernos que
puedan deberían considerar planes de estímulo para hacer frente a la
crisis financiera mundial.
"La acción en los mercados financieros es esencial, pero no es
suficiente", aseveró.
"Necesitamos utilizar todos los instrumentos de la política
macroeconómica moderna para limitar el daño sobre la economía real",
dijo el responsable del FMI.
"Para las economías avanzadas eso implica utilizar la política
fiscal cuando puedan. El uso más obvio de la política fiscal es
precisamente aliviar las presiones donde son mayores: en el sector
financiero y en el de la vivienda", apostilló.
"Pero los Gobiernos que puedan deberían de prepararse para
abordar un paquete más amplio de estímulo fiscal", añadió.
Medidas
Sus palabras llegan tras unas jornadas maratonianas en
Washington, durante las que los miembros del Grupo de los Siete (G7)
países más industrializados -EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, Reino
Unido, Italia y Francia- se comprometieron a utilizar todas las
herramientas precisas para impedir la quiebra de bancos importantes.
Sus miembros también asegurarán que los programas de garantías de
depósitos bancarios sean sólidos, tomarán medidas para que los
bancos se recapitalicen con fondos públicos y privados, y actuarán
para que vuelva a fluir el crédito y funcionen los mercados
monetarios.
Además, los 15 primeros ministros y presidentes de la zona euro
aprobaron ayer un plan que incluye garantías estatales para deuda a
corto y medio plazo de los bancos, así como inyecciones públicas de
capital en las entidades.
"Este fin de semana es solo el principio de un largo esfuerzo",
afirmó Strauss-Kahn.
Reconoció que el mundo vive "la crisis financiera más peligrosa
desde la Gran Depresión" de los años 30, pero aun así dijo creer que
las consecuencias económicas no serán similares, ya que los
Gobiernos están actuando de forma conjunta y con creatividad para
lidiar con los actuales problemas.