El dólar siguió escalando este lunes, en medio de riesgos comerciales que se han vuelto más tangibles tras el anuncio de un arancel de 50% sobre el cobre, los envíos de cartas arancelarias desde Estados Unidos a múltiples contrapartes y la más reciente amenaza contra la Unión Europea y México.
La paridad local subió $ 8,36 hasta los $ 967,66 al cierre de la sesión, un máximo desde el 16 de abril en las pantallas de Bloomberg, producto de la rápida escalada que ha tenido durante el mes. Pasado el mediodía llegó a tocar los $ 973.
El dollar index subía 0,3% a 98,1 puntos y la tasa soberana de EEUU a 30 años se acercaba niveles de 5%, los que previamente había alcanzado en mayo. El cobre Comex bajaba 1,3% a US$ 5,53 por libra, mientras que el precio cotizado en la Bolsa de Metales de Londres (BML) cedía 0,2% a US$ 4,37.
Incertidumbre
"Al romper el nivel de resistencia de $ 955, el tipo de cambio se alinea con el alza que estamos viendo en el dollar index, que desde su mínimo del 1 de julio ha subido 1,8%. Lo que vimos hoy en el intradía tiene que ver con esa apreciación. Lo que llamaba la atención era que el dólar-peso estuviera antes en rangos. A esto se suma al descenso que tuvo el precio del cobre en la BML, a pesar del anuncio de aranceles", dijo a DF el director de riesgo financiero de PwC Chile, Patricio Jaramillo.
El fin de semana trajo más titulares de guerra comercial, ya que Donald Trump amenazó con una tarifa de 30% a productos de la UE y de México. Los ánimos se deterioraron un poco más este lunes, luego que el mandatario amenazara con aranceles secundarios de 100% a Rusia. Todo esto, mientras sigue la incertidumbre por el potencial gravamen sobre el cobre.
"Los líderes del Gobierno y del sector privado chileno siguen sin saber si los aranceles estadounidenses del 50% sobre el cobre se aplicarán a Chile. Si se aplican o no, está por verse, pero en general, creemos que Chile y el peso enfrentan vientos en contra sobre el cobre. El acopio anticipado de inventarios en EEUU debería haber concluido, y las tendencias a la baja de la demanda mundial deberían hacer que los precios del metal disminuyan", escribió hoy en un informe el head global de mercados de ING, Chris Turner.
El peso argentino, el peso chileno, el peso mexicano y el real brasileño anotaron en ese orden peores retornos de todo el mundo emergente, a medida que la endurecida retórica de la Casa Blanca daña las perspectivas de América Latina.
"El repunte correctivo del dólar global debería arrastrar al dólar-peso más cerca del extremo superior de un amplio rango de trading de entre $ 900 Y $ 1.000, con unas tasas de interés nacionales que ofrecen mucha menos protección que en Brasil y México. Las elecciones presidenciales de noviembre también podrían exigir una prima de riesgo, en lo que hasta ahora ha sido un buen año para los activos chilenos", proyectó Turner.
El cobre retrocedía a pesar de que China sorprendió al alza con sus cifras de comercio exterior y alcanzó un superávit récord. Las exportaciones subieron 5,8% y las importaciones 1,1% interanual, frente a las variaciones de 5% y 0,3% en las estimaciones de consenso.
Si bien el nerviosismo ha aumentado, sigue habiendo en el mercado una noción de que los gravámenes impuestos por EEUU terminarían suavizándose de alguna forma antes del 1 de agosto, que es la fecha de entrada en vigencia definida por la administración Trump. Esto también ha caracterizado la discusión en torno al cobre.
"Es difícil predecir qué es lo que hará exactamente EEUU. Pero desde el punto de vista económico y de mercado, el arancel al cobre es bastante contraproducente, entre otras cosas porque EEUU no tendrá la capacidad de sustituir el refinamiento en el corto plazo, y ni siquiera en 10 años", observó Jaramillo.