El objetivo es uno. En septiembre la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) debe estar ya operando. Y para acelerar el proceso es que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ya envió al Senado los nombres de los cuatro comisionados que serán parte del llamado “segundo piso” de la nueva entidad regulatoria del mercado financiero y también de la banca, si el proyecto que reforma la Ley General de Bancos avanza en el Congreso.
Si bien el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, había señalado la dificultad de encontrar los nombres para el cargo dada la incompatibilidad de los candidatos en el puesto, llegándose incluso a plantear la idea de que se suban las remuneraciones de estos, finalmente dieron con los nombres.
Los nombres propuestos
Los comisionados propuestos por el gobierno son: Kevin Cowan Logan, ingeniero comercial de la Universidad Católica y doctor en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos. Fue director de la División de Política Financiera del Banco Central.
Otro de los nominados es Mauricio Larraín Errázuriz, economista de la PUC, casa de estudios donde se desempeña como profesor de finanzas de la Escuela de Administración y del MBA. También es socio de Larraín y Larraín, consultora especializada en gobierno corporativo, liderazgo y asesorías macroeconómicas y financieras.
“Espero ser un aporte. A mi juicio es un cambio a la institucionalidad del mercado financiero grande. Una mejora significativa del gobierno corporativo”, comentó Larraín.
Una de las que se daba como segura candidata y se confirma era Rosario Celedón Förster, quien actualmente se desempeña en la fiscalía del Banco Central en el análisis y desarrollo de iniciativas de regulación financiera. Entre 2012 y 2014 fue coordinadora de Mercado de Capitales del Ministerio de Hacienda y directora ejecutiva del Consejo de Estabilidad Financiera.
Por último está Christian Larraín Pizarro, quien es miembro del Consejo Directivo del Comité SEP (Sistema de Empresas Públicas) desde abril de 2014 y socio de CL Group, consultora especializada en asesoría financiera para gobiernos, bancos centrales y empresas.
“La propuesta de la mandataria estará contenida en un oficio que se enviará en los próximos días al Senado, tras lo cual se acordará la respectiva audiencia de presentación de los postulantes en la Comisión de Hacienda, previa a la votación en sala”, comentaron en un comunicado desde de Hacienda.
Mientras que el presidente de la CMF -donde suena fuerte será designado directamente por la presidenta
La nueva entidad regulatoria puede comenzar sus operaciones dos meses después de designados los comisionados.
Ley de bancos: capital requerido se reduce a US$ 500 millones en bonos perpetuos
Si la semana pasada el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dio inicio a la discusión del proyecto de modernización bancaria en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, ayer fue el turno del superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Eric Parrado, y del presidente del Banco Central, Mario Marcel, quienes hicieron sus presentaciones.
El titular de la SBIF concentró su exposición en lo que dice relación con Basilea III y señaló a los congresistas que la banca al día de hoy cumple con los requerimientos.
"Sumando todos los capitales (de los bancos), hoy día cumplimos con Basilea III", dijo Parrado. Sin embargo, indicó que en términos individuales todavía hay instituciones que no alcanzan el nivel de capitalización de 10,5% que exigiría la nueva regulación.
Ante aquel escenario, el regulador confirmó que "si uno suma todos los déficit de esos bancos que les falta capital, la suma llega a US$ 2.700 millones".
Según comentó el propio superintendente, la cifra es "moderada", señalando como referencia que el monto representa un 15% de las utilidades de la banca en un periodo de seis años, tiempo en el que se plantea implementar la reforma. Esto, desde que comenzó la discusión legislativa del proyecto y no desde su eventual aprobación. "El mercado tiene que prepararse respecto desde ya", añadió.
Entre los beneficios que describió Parrado de que Chile se adapte a las exigencias de capital de Basilea III está el que una disminución de la posibilidad de una crisis bancaria en 1%, significa que el Producto Interno Bruto (PIB) aumenta en un 0,6%.
Por su parte, Marcel explicó que el Banco Central, en consideración a la fase del ciclo económico, podrá determinar la activación de una exigencia de capital básico adicional, más conocido como el buffer contracíclico.
La finalidad de la medida es evitar que en periodos recesivos se restrinjan los créditos, y al mismo tiempo que "durante períodos de expansión, los bancos presten en exceso y que, por lo tanto, los niveles de apalancamiento no son posibles de sostener cuando el ciclo cambie", enfatizó. Respecto a las exigencias de capital, el titular del ente emisor comentó que "tienen como contrapartida exigencias o limitaciones en términos de distribución de las utilidades. El no cumplir con los requerimientos de capital no está asociado a una sanción, sino que está asociado a un costo económico".