Las señales de largo plazo lo dicen. El mercado internacional no cuenta con que Estados Unidos caiga en una cesación de pagos.
A excepción de lo ocurrido en la última semana –en la que el acuerdo del parlamento griego tuvo un fuerte efecto a la baja-, los bonos del Tesoro de 10 años han experimentado un aumento constante en su precio desde febrero (disminuyendo su rendimiento).
Para el gerente de Netgociando, Claudio González, el fenómeno responde a que “el mercado le tiene una fe ciega a EEUU”. Explicó que los inversionistas a nivel mundial han ignorado tres grandes señales: la baja en la calificación de perspectiva de S&P’s; el que China continúe disminuyendo sus reservas en bonos soberanos estadounidenses y el hecho que Pimpco, uno de los administradores de fondos más importantes del mundo, haya declarado públicamente que se deshizo de todos los bonos norteamericanos por considerarlos de alto riesgo.
Según González, lo más probable es que después del 2 de agosto EEUU va a aumentar el techo de su deuda para pagar los compromisos actuales. “Si no fuera así veríamos el precio de los bonos del Tesoro hundiéndose, las tasas de interés disparándose y el dólar índex tendría una caída violenta. Y no estamos viendo ninguna de esas cosas hasta ahora”, explica.