Una caída de 2,23% -la más fuerte en tres meses- presentó ayer el petróleo WTI, que cerró en US$ 105,70 el barril en Nueva York. Las bajas se deben a que el mayor productor de petróleo del mundo, Arabia Saudita, quiso disminuir las inquietudes por los altos precios en los que se ha mantenido el crudo.
Según el ministro de petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, el precio del petróleo no se justifica por los fundamentos de la oferta y demanda ni por el débil estado de la economía mundial.
El personero saudita informó que su país está en condiciones de incrementar la producción del crudo a 12,5 millones de barriles, si fuese necesario. “Nosotros ya sabíamos que ellos estaban aumentando la producción, pero ahora ellos están reconociendo el hecho”, dijo a Bloomberg el jefe de investigación de mercados de petróleo de Société Générale en Nueva York, Mike Wittner.
El lunes Arabia Saudita ya declaró su intención de mantener el precio del petróleo en cerca de
US$ 100 el barril.
El alza del en los mercados mundiales crudo se gatilló con las amenazas de Irán por cerrar el Estrecho de Ormuz. Irán fue advertido por la UE de cesar las importaciones de su petróleo si el país seguía realizando pruebas nucleares. El gobierno de Teherán se negó a cumplir con la condición y anticipó la medida restrictiva, para que los países de Europa, sus principales compradores, se quedaran antes de lo planificado sin el suministro.
En lo que va del año el petróleo WTI ha aumentado su valor en US$ 6,85 el barril. Esto a pesar de que este mes marca un retroceso de
US$ 1,40 el barril, siendo ayer su segundo día consecutivo de baja. Al 31 de diciembre del año pasado, el barril se encontraba a US$ 98,85.