2025 se perfila como un año crucial en las relaciones entre Chile y China. No solo por la guerra comercial global desatada entre el gigante asiático y EEUU, sino por un inesperado atentado a la central hidroeléctrica Rucalhue. La filial del grupo China International Water & Electric (CWE), en la comuna de Santa Bárbara, región del Biobío, sufrió la acción de un grupo de encapuchados que lesionaron a dos guardias y destruyeron 50 camiones y máquinas, con pérdidas cuantificadas en US$ 5 millones.
"Este episodio está marcando un antes y un después para la posición de China respecto de nuestro país. Para ellos es algo muy grave, inesperado y particularmente traumático porque es el tipo de hechos a los que no están acostumbrados en países como Chile. Eso los descolocó y los dejó muy, muy preocupados", indicó una fuente al tanto de la dinámica de los inversionistas asiáticos, quien añade que existe alerta respecto del clima país hacia su presencia.
El peor ataque en la macrozona sur de los últimos años, motivó un enérgico rechazo por parte del embajador de China, Niu Qingbao. Y no sólo inmediatamente después del hecho, sino que con el correr de los días ha mantenido una fuerte exposición pública, con cartas y conferencia de prensa incluida, en las cuales ha ido elevando el tono de su emplazamiento a las autoridades chilenas, señalando que su gobierno “exige el castigo severo a los responsables, la garantía efectiva de la seguridad del personal y los proyectos chinos, la compensación por las pérdidas de la empresa”, además de pedir que se asegure “la provisión de un entorno seguro y favorable para las empresas chinas”, marcando una diferencia del bajo perfil que ha caracterizado el accionar de esa misión diplomática.
Tras ese nuevo tono más duro y activo, está la preocupación por lo que estiman pueda convertirse en un ataque –no terrorista- sino comercial hacia las otras inversiones chinas en el país.
Si bien, las empresas chinas han guardado un estricto silencio, fuentes cercanas a estas compañías indican que hay preocupación porque se genere un sentimiento antichino, más ahora que EEUU está en negociaciones por los aranceles, lo que puede generar una mayor exigencia de un control de sus inversiones, así como un mecanismo de screening de inversiones en sectores estratégicos o de riesgo para la seguridad nacional.
Manteniendo una estricta reserva, gestores de empresas con presencia china reconocen que en general se percibe un clima negativo hacia la presencia de actores de ese país. Identifican hitos en una amplia gama que va desde las gestiones de parlamentarios para solicitar un proceso de caducidad de la concesión de CGE tras los apagones de agosto pasado pidiendo un nivel de sanción similar al aplicado a Enel, o el revuelo causado por la investigación a la diputada Karol Cariola (PC), por presunto tráfico de influencias a favor del empresario y lobista chino Emilio Yang. En las últimas semanas han recrudecido las críticas a la acelerada expansión de los malls chinos en el país -que ya suman 200 establecimientos tras un crecimiento del 75% en los últimos tres años, según la consultora Colliers- desde la Cámara de Comercio de Santiago, así como los llamados a investigar su proliferación por la Multigremial Nacional por constituir “una verdadera amenaza” al rubro establecido.
Lo concreto, es que el avance de la inversión china se nota, están en sectores estratégicos y también en otros que no lo son tanto como el retail y consumo. En cada uno de ellos han ido ganando posiciones interesantes silenciosamente, de ahí su preocupación de que no se produzca un cambio.
Según InvestChile, los negocios chinos en el país crecieron de US$ 310 millones en 2016 a unos US$ 4.250 millones en 2023.
Las empresas chinas están por tanto atentas a lo que suceda en las próximas semanas, en el marco de la reunión del Consejo Empresarial Chile-China el 15 de mayo, que contará con la presencia del Presidente Gabriel Boric, tras su asistencia a la Expo Osaka en Japón. Allí se prevé que el primer mandatario se reúna con el líder chino, Xi Jinping, quien probablemente volverá a insistir en el tema de la certeza y seguridad de las inversiones chinas en nuestro país.
Litio: insumo clave para industrias estratégicas
Aunque en minería la presencia china es muy acotada, en el litio es superlativa. En 2018, Tianqi Lithium invirtió US$ 4.050 millones en lograr el 24% de la propiedad -que se diluyó hasta el 22,16%- en SQM, hoy la principal productora de “oro blanco” en el mundo.
BYD y Tsingshan -ambas entre las 20 empresas privadas más grandes de China- lograron imponerse en las licitaciones que hizo Corfo para levantar fábricas de baterías de litio en Antofagasta en 2023 y 2024. La primera implica una inversión de US$ 290 millones y la segunda de US$233 millones y ambas usan cuotas preferentes de mineral de SQM y Albemarle. La edificación de estas usinas no ha estado exenta de dificultades, muchas de ellas con la misma Corfo, y pese a las promesas iniciales, aún no se concretan.
Aun así, las firmas chinas han manifestado interés en los procesos abiertos de litio, con distinto éxito. Tianqi ha mirado los diferentes procesos, pero hasta ahora no se ha decantado por ninguno. En Ascotán, la china Tsingshan manifestó interés por ese salar, pero finalmente el gobierno optó por el consorcio formado por Eramet, Quiborax y Codelco.
Lo mismo en el proyecto AltoAndino de Enami: aunque tanto BYD como Tsingshan y CATL querían entrar como socios. En la lista corta solo está la primera.
BYD es, además, el principal proveedor de autobuses eléctricos para la red de transporte público capitalino.
Autos: Desplazaron a las japonesas y coreanas
Desde el año 2007 que siete marcas de autos chinos circulan por las calles del país. Las dos primeras marcas de la nación asiática en aterrizar en Chile fueron Great Wall, de la mano de Derco; y Chery, con SKBergé; las cuales en conjunto, de acuerdo a datos recopilados por la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), tenían entonces el 2% del mercado, con 224 unidades comercializadas.
Dieciocho años después, están viviendo sus años dorados y, por segundo período consecutivo, las marcas chinas lideran las ventas de vehículos livianos y medianos a nivel nacional, derrotando a las japonesas y las coreanas. De acuerdo a cifras de la asociación gremial, a marzo de 2025, se vendieron 20.294 vehículos livianos y medianos, el 28,8% del total; mientras que los autos nipones tienen el 28,1% del mercado y las surcoreanas, el 14,3%. Pero si se considera dónde se fabrican los autos, más del 40% se producen en China, con marcas de otros países.
No es un fenómeno reciente: por lo menos en los últimos cinco años, las marcas chinas son las más vendidas en Chile, existiendo hoy 34 marcas de ese país.
No en la propiedad, pero sí clave en tecnología
Aunque las empresas chinas no son dueñas de las empresas de telecomunicaciones que operan en Chile, sí son clave en la tecnología que éstas usan. Dada la sensibilidad estratégica de este rubro, las compañías declinaron hablar públicamente de esta chino dependencia, pero sí lo hicieron fuera de registro y confirmaron que en el sector son fundamentales firmas como Huawei y ZTE.
Ejecutivos de Huawei comentaron que "históricamente hemos tenido contratos con todas las telecos chilenas, es decir, desde el 3G en adelante. O sea que en 22 años, todas, en algún minuto, han tenido contratos con nosotros".
ZTE es proveedor de múltiples tecnologías tanto fijas como móviles y confirmaron que trabajan en el upgrade de la red de Movistar, aunque también son proveedores de equipamiento de Claro y WOM en distintos productos. "Hemos ganado mucho terreno en el país, sobre todo desde el año 2021 en adelante", indicaron en la compañía china.
La única telco más independiente de la tecnología china es Entel, que trabaja con Huawei pero principalmente con la sueca Ericsson.
Al respecto, Roberto Gurovich, de G&A Consultores, detalló que “durante los últimos años hemos visto una consolidación de proveedores tecnológicos chinos en la industria de telecomunicaciones, tanto en la región como en Chile, con empresas como Huawei, ZTE, entre otras, donde por un lado han desarrollado una tecnología avanzada en la electrónica de redes y, por otro, les ofrecen a los principales operadores de la región precios y condiciones de financiamiento muy difíciles de igualar por otros proveedores como Nokia o Ericsson, lo que ha provocado una migración importante de la electrónica de redes hacia esas empresas de origen chino".
Lo confirma el experto Óscar Cabello: "Huawei es probablemente el principal proveedor de Claro y de WOM, seguido de Telefónica. En Entel no tanto, ya que estos confían aún una parte importante de su red a proveedores más tradicionales como Ericsson (de Suecia)".
Actores en la red eléctrica
La posición de China en energía se consolidó en 2021 cuando la firma State Grid adquirió casi el 97% de la propiedad de CGE, dos años después de haber adquirido Chilquinta Energía, con lo cual su participación en el mercado de distribución eléctrica superó el 50%.
En transmisión, China Southern Power Grid International había dado el primer paso en 2018 concretando la adquisición del 27,7% de Transelec. Y entre las últimas incursiones, ByD suscribió un acuerdo estratégico para el proyecto de energía solar y almacenamiento Oasis de Atacama de Grenergy, el mayor en su tipo en la región.
En las concesiones
Hace menos de una década, también las concesiones despertaron el interés de las empresas chinas.
Tienen una creciente presencia en concesiones de infraestructura, especialmente carreteras, obras ferroviarias y hospitales, con un total de siete proyectos de los 79 asignados en la historia de este mecanismo de inversión. Estos siete proyectos corresponden a un 8,8% del total de participación.
Una de las constructoras chinas con varios proyectos en Chile es China Railway Construction Corporation (CRCC). Tiene a cargo la remodelación ruta 5 en el tramo Talca-Chillán, la cimentación de la ruta Chillán-Collipulli, la construcción del Instituto Nacional de Neurología y la construcción del Hospital de Coquimbo. También se adjudicó la construcción de las obras civiles y ferroviarias del tren Mapocho-Batuco.
Otra gigante que compite en este segmento es China Communications Construction Company Limited (CCCC). A través de su filial China Road and Bridge Corporationtiene la red de salud del Maule que contempla tres hospitales: Cauquenes, Constitución y Parral.
También a través de su filial China Harbour Engineering Company Ltd. tiene a cargo la construcción del Embalse Las Palmas. 