Argentina concreta fuerte alza de impuesto a exportaciones de gas natural a Chile

Gobierno de Cristina Fernández aplicó un aumento de 100% al gravamen, lo cual elevará

Por: | Publicado: Martes 15 de julio de 2008 a las 10:15 hrs.
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Una intensa jornada se vivió ayer en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, donde se analizó la actual coyuntura de bajo crecimiento, pero, sobre todo, de alta inflación. Para ello, fueron invitados a la instancia, el presidente del Banco Central, José de Gregorio, y el ministro de Hacienda, Andrés Velasco.

Sin embargo, el tema en torno al cual giraron todas las intervenciones de los parlamentarios fue el impacto del gasto fiscal expansivo en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la conveniencia de que el guarismo se reduzca, a la luz de un entorno internacional complejo.

Cautelando al máximo sus palabras para no intervenir en lo que calificó como “decisiones políticas”, el timonel del Central -protagonista de la primera parte de la sesión- argumentó que el hecho de que la economía se haya desacelerado y la inflación se disparara es “una demostración obvia de que se está contrayendo la oferta, que nos están subiendo los costos”, lo que dijo “tiene un origen importado”.

Por lo mismo, De Gregorio aseguró que tanto la política monetaria como la fiscal en un escenario con schocks de oferta internacionales es “contribuir a que la propagación de la inflación sea acotada”, asegurando que lo que busca el instituto emisor “es que la demanda agregada crezca menos”.

Fue en ese momento en que De Gregorio entregó la señal más potente hasta ahora respecto de la visión que el instituto emisor tiene acerca del debate de las últimas semanas sobre gasto fiscal: “¿Qué tenemos que hacer en esta fase? tanto la política fiscal como la política monetaria tienen que cooperar en términos de ir restringiendo el gasto para reducir esta propagación de la inflación, porque ése es es un fenómeno interno”, dijo el economista.

Y como si eso fuera poco, agregó que “lo importante es una política fiscal predecible con una regla sobre la que uno se basa (de superávit estructural) y con grados de austeridad que no le pongan bencina a la hoguera, hoy día en que estamos con un problema bastante serio”, subrayó.

Luego de ello, reiteró que las definiciones de gasto público son “una decisión política que corresponde al gobierno y al Congreso Nacional”, pero que éstas “siempre tienen implicancias macroeconómicas”.

“Un aumento del gasto fiscal o una disminución de los impuestos presionan al alza las tasas de interés y a la baja el tipo de cambio (...) no podemos decir qué viene en el futuro, lo que quiero dejar claro es que la inflación en su gran mayoría es importada, pero la propagación es responsabilidad nuestra, tanto de la política monetaria como de la política fiscal”, subrayó.

Ante la consulta de los parlamentarios respecto de si era pertinente seguir con la política de seguir acumulando activos vía la compra de dólares, De Gregorio sostuvo que “vemos mucho riesgo en el mundo todavía” calificando de “coherente” la decisión.



Velasco y el gasto fiscal

La última parte de la sesión tuvo como protagonista al ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien fue literalmente acosado con preguntas acerca del gasto fiscal.

Frente a ello, el jefe de las finanzas públicas aseguró que 15 productos -asociados a la energía y a los alimentos- explican el 55% de la inflación anualizada, que hoy llega a 9,5%. Bajo esa lógica, según el secretario de Estado, la inflación real “habría acumulado a junio poco más de 5%” y sería, por lo tanto, de origen “importado” y no debido a un erario fiscal expansivo. No obstante eso, Velasco dio señales respecto del gasto público 2009: “Preservaremos los compromisos sociales, pero poniendo en práctica una política fiscal que sea 100% coherente con una reducción de la inflación; creo que las familias y los ciudadanos lo esperan”.

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