Por María Eugenia González
Dar el salto desde una zona “engordadora” de salmones a otra “procesadora e industrial” es la aspiración de la Región de Aysén. Pero falta, lo reconocen autoridades y privados. Sobre todo estos últimos, que deben enfrentarse a diario con una serie de carencias en materia de infraestructura, conectividad y capital humano. Por eso, sentarse a mejorar el problema es necesario, sobre todo teniendo en mente que la región es la base del crecimiento que viene para la industria el resto de la década, con números exponenciales.
En los últimos años, y producto de la crisis del virus ISA, la industria salmonera comenzó la migración de su producción -concentrada hasta ese momento en las aguas del interior de Los Lagos-, hacia zonas más limpias ubicadas en las costas de Aysén. Ese fue el origen de las aproximadamente 600 concesiones acuícolas que existen hoy en esa área.
Esto ya ha tenido sus efectos positivos en el crecimiento regional: mientras la tasa de desocupación regional fue de apenas 4% en el trimestre móvil abril-junio, el Indicador de Actividad Económica Regional (Inacer), ubica a Aysén en el segundo lugar con un alza de 21,2%, en el segundo trimestre del año. Todo explicado por el sector pesquero, dice el INE.
No obstante, la mayor parte de la producción de salmones sale desde Aysén casi sin ningún valor agregado, sólo en formato congelado hacia los puntos productivos en la Décima Región, desde donde es reenviado a otros destinos, en otros formatos.
Las brechas
Las empresas coinciden en que el potencial de la Región es enorme, pero aseguran también, que las brechas en materias de infraestructura, conectividad y capital humano son muy amplias, lo que impide el despegue de la segunda fase de la actividad, el procesar el salmón en tierras patagónicas.
Un buen ejemplo de esta situación es lo que le ocurre a Salmones Multiexport. El gerente general, Andrés Lyon, dice desde Puerto Montt -donde está la casa matriz de la compañía-, que “hoy el 80% de nuestra producción está concentrada en Aysén, y el 95% de nuestros trabajadores no son de la región. Esto involucra permanentes traslados en avión y mucha de la movilidad está condicionada al clima”.
Agrega que el cabotaje, es decir, transporte de insumos, se realiza en su mayoría vía marítima desde Puerto Montt o Quellón (extremo sur de Chiloé), “con las complicaciones de bioseguridad que eso significa, porque si bien hoy tenemos restricciones y procedimientos sanitarios, la operación es compleja”.
A esto, el gerente general de SalmonChile, Carlos Odebret, agrega que “para abrir una planta de proceso se requieren 1.000 trabajadores, y esa gente puede estar en la Región, pero no vive en Puerto Aysén o Puerto Chacabuco, donde se concentra la actividad productiva, sino que viajan diariamente desde Coyhaique, por un camino que en invierno es peligroso. Movemos gente todos los días, con el sacrificio que significa para las personas que trabajan allá”.
¿Y por qué la gente no vive en la zona productiva? Por la carencia de viviendas o servicios básicos como la salud, “eso deteriora la calidad de vida de las personas”, sostiene.
Desde la perspectiva de las empresas si se quisieran construir plantas, Puerto Chacabuco es la zona por excelencia para hacerlo, “pero este carece de terrenos para implementarlo hoy, y en esa línea se requiere tener un plano regulador definido y acotado”. Odebret agrega la necesidad de suministro de energía “el que hoy es escaso y requiere ser ampliado”.
Por eso, recientemente se realizó una reunión ampliada entre empresas y autoridades en Coyhaique, en la que todas las partes manifestaron qué se necesitaba para poder transformar a Aysén en una potencia salmonicultura. “Mencionamos las necesidades de vivienda, servicios de salud, infraestructura pública (puertos, muelles), fortalecer la conectividad digital, la conexión Carretera Austral hasta Puerto Montt, fortalecer la ruta por Argentina, mejorar ruta Coyhaique-Puerto Aysén”, sostiene un participante de ese encuentro.
El potencial
Todos los actores involucrados coinciden en que es posible hacer de Aysén una zona salmonera industrial incluso más potente que Los Lagos. El Seremi de Economía, Fernando Guzmán, dice que las empresas han demostrado su interés por invertir en la región, pues ya existen dos plantas de proceso de Salmones Friosur y Acuinova. A estas se suma una tercera que compró hace poco Australis y que antes procesaba merluza.
La autoridad asegura que el desafío en el que están embarcados es lograr precisamente que las empresas instalen sus plantas de proceso en la zona.
“Es una cuestión de tiempo que se instalen acá, dado que estamos impulsando el Plan Aysén, el que considera mejoras en conectividad, vivienda, salud y educación, que ha demandado la industria para crecer en la región”, sostiene Guzmán. Hasta ahora todo está bien encaminado.
Aysén mantendrá la supremacía en el crecimiento que viene
El presidente interino de Salmonchile, José Ramón Gutiérrez, es claro en afirmar que el sector está interesado en trabajar conjuntamente con la autoridad el camino para mejorar las debilidades de la Región de Aysén y transformarla en ícono del crecimiento futuro para la industria.
-¿Qué importancia le dan ustedes a Aysén?
-Lo que se espera para los próximos años es que la producción de salmones crezca en forma significativa en la XII Región, pero se va a mantener la supremacía que hoy tiene la XI región. La industria está hoy sentando las bases desde el punto de vista del marco normativo y de las necesidades que tiene para enfrentar esta nueva etapa de desarrollo, que debiera llevarla a una producción de 1 millón de toneladas, con un valor de exportaciones entre US$ 5.000 y US$ 6.000 millones, antes de que termine esta década.
-¿Cuánto proviene de Aysén?
-No tenemos una cifra en específico y tampoco sabemos la importancia que va a tomar la Región de Magallanes. Me atrevería a decir que del millón de toneladas, entre el 40 y 50% debería provenir de Aysén. Por eso, tenemos que hacer más competitiva a la región y para eso se requieren varias cosas. Un puerto adicional a Chacabuco, conectar de forma más segura por la costa a Aysén con Los Lagos a través de la Carretera Austral, sin mencionar la inversion pública en educación, salud y vivienda, necesarias para aumentar la población.
-¿Tienen cuantificada la inversion pública que debe hacerse en infraestructura?
-No. Justamente el ministerio de Economía con Subpesca ha organizado cinco mesas de trabajo en torno a la salmonicultura y así discutir cómo el sector privado con el gobierno pueden desde el punto de vista de la sustentabilidad desarrollar este sector armoniosamente. Una de estas mesas es la de infraestructura, y ahí es evidente que uno de los temas prioritarios es la zona de Aysén, y particularmente la conectividad, que hoy es bastante precaria.
Algunas metas del plan Aysén
Reducción de 36 a 17 horas en el tiempo de viaje entre Puerto Montt y Coyhaique.
Construcción de más de 70 kms. de caminos secundarios en las 4 provincias de la Región.
Construcción de 8 kms. de camino de acceso a Puerto Cisnes.
Carretera Austral: Diseño de pavimentación de Ruta 7 Sur en diversos tramos (90 kms.)
Aumento del calado de los muelles de Melinka, Puerto Cisnes, Puerto Yungay, Raúl Marín Balmaceda, Melimoyu y Puerto Aguirre.
Construcción de nuevos muelles en Lago Caro, Lago Vargas, Lago O’Higgins y Lago General Carrera.
Adquisición de un segundo puente de embarque para aeropuerto de Balmaceda.
Mantención y mejoramiento de 24 aeródromos regionales.
Conexión a banda ancha, internet y telefonía móvil para 37 localidades rurales aisladas
Instalación de red de fibra óptica entre Puerto Ibáñez y Cochrane (293 kms.)
Implementación del Programa de Infraestructura Rural en las áreas: sanitaria, agua potable, vialidad, electrificación y telecomunicaciones.
Construcción de colectores de aguas lluvia para resolver el 60% de los problemas de inundaciones.
Mejoramiento del Paso Fronterizo Huemules.
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