Un nuevo capítulo de los dimes y diretes entre el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, y el ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, se escribió ayer, cuando un grupo mayoritario de senadores de la tienda junto a sus pares del PPD salieron a respaldar a la presidenta Michelle Bachelet y su programa. En su ofensiva, los legisladores también pidieron que se modere el tono al interior de la Nueva Mayoría, aludiendo a la serie de duras críticas que el timonel socialista le ha hecho públicamente al jefe de gabinete.
La puesta en escena de los senadores fue interpretada como una señal de apoyo a Bachelet, luego que durante semanas, desde la propia coalición de gobierno se le demandara liderazgo para enfrentar la crisis política que atraviesa el país; sin embargo, el senador Juan Pablo Letelier (PS) fue enfático en descartarlo. A pesar de eso, en la declaración pública que él mismo leyó se hace una defensa abierta a la mandataria, en el marco de las críticas que se le han hecho desde la propia coalición.
"Quienes piden mayor liderazgo a la presidenta Michelle Bachelet, y a sus ministros, actúan en forma contradictoria al cuestionar sus capacidades y legitimidad. Esto último al sugerir adelantar las elecciones", señalaba el texto.
De igual forma en el documento se entrega explícitamente "nuestro total respaldo a la presidenta Michelle Bachelet y al gobierno que ella encabeza" y se insta a todos a "mantener total lealtad con la Presidenta", lo que da cuenta del difícil momento que atraviesa el bloque.
En la misma línea, el senador PPD Ricardo Lagos Weber conminó al bloque a que "apoyemos las reformas y respaldemos las decisiones que ha tomado, está tomando y tomará la presidenta Michelle Bachelet en todos los temas que hoy se discuten".
En ese sentido, la declaración leída por Letelier y suscrita por los parlamentarios que los acompañaron en la conferencia de prensa –los PS Carlos Montes y Rabindranath Quinteros y los PPD Adriana Muñoz, Ricardo Lagos Weber, Jaime Quintana y Felipe Harboe- apuntaba derechamente al timonel socialista, señalando que "se refirió de forma desafortunada e impropia" a Peñailillo "sin reconocer sus capacidades y trabajo".
Y mientras Quintana atribuye el ambiente en la NM a la interna socialista, en privado algunos representantes de la coalición admiten que existe una crisis más profunda que va más allá de eso y que no se va a resolver con el término de ese proceso partidario. A lo que se suma que desde el estallido de la arista SQM del caso Penta, la preocupación de que surjan más boletas o facturas tiene en constante tensión al sector.
Mientras tanto el aludido timonel socialista, se hizo cargo del llamado de atención de los senadores, pero mantuvo sus críticas de fondo. "Tienen razón hay que cuidar el lenguaje y desde ese punto de vista la expresión de 'estupidez' fue un exceso verbal que retiro", dijo, y acto seguido argumentó que "también es un error plantear que esta es una disputa entre la vieja y la nueva guardia, porque también reduce la mayoría social y política que respalda al gobierno".
Por último, Andrade señaló que "se me puede acusar de excesos verbales, los asumo. Pero de lo que no se me puede acusar, nadie, incluidos mis propios compañeros del Senado, es que no ha habido de parte de la dirección del Partido Socialista un comportamiento unívoco de respaldo a la Presidenta y su programa. Incluso a veces contra opiniones que vienen del propio gobierno".
Vieja Guardia
La polémica generada por Andrade al responderle a Peñailillo tiene su origen en que el segundo instó a la vieja guardia de la Concertación a reconocer que no quieren las reformas, algo en lo que insistió ayer, y que molestó al timonel socialista, quien asegura que esa es una falsa división (entre quienes quieren reformas y los que no), porque él –dice- las ha respaldado con entusiasmo.
Lo cierto es que algunas declaraciones de figuras como Edmundo Pérez Yoma (DC), José Antonio Viera-Gallo o el propio José Miguel Insulza han generado en algunos sectores de la NM la sensación de que los antiguos líderes del sector quisieran frenar las reformas impulsadas por la mandataria.
La división se produce particularmente, porque el actual candidato a presidir el PS, Camilo Escalona, que compite con la opción de la senadora Isabel Allende, fue el primero en hacer ácidas críticas a las reforma y a cómo se estaban llevando adelante. De ahí que algunos representantes de la coalición sostengan que esta crisis se podría terminar con la elección interna del socialismo.