En medio de
un escenario externo que se avizora más riesgoso, el Banco Central recortó
levemente su proyección de crecimiento de la economía para este año, según
evidencia el último Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio.
La entidad
estimó esta vez un Producto Interno
Bruto (PIB) de entre 4% y 5% para el presente ejercicio, cifras algo
menores a su proyección de marzo, cuando situó la expansión de la economía en
un rango de entre 4,25% y 5,25%.
Este mínimo
recorte, señaló el presidente del instituto emisor, José de Gregorio, durante
la presentación del estudio ante la Comisión de Hacienda del Senado, "responde
al menor crecimiento efectivo del primer trimestre".
Asimismo,
señala que en el ámbito internacional, "el escenario base contempla que la recuperación mundial será más gradual que
lo estimado (...) Sin embargo, las tensiones que actualmente se observan son una
fuente importante de riesgo", subrayando que de agravarse la situación
financiera en Europa "la magnitud y el alcance de sus efectos son altamente
inciertos, pero potencialmente significativos".
Sin
embargo, y en medio de este contexto, el instituto emisor subió su estimación
para la demanda interna, desde el
12,4% previsto en marzo, a una variación positiva de 14,5%, "determinada por el
aumento previsto de la formación bruta de capital fijo y del consumo privado".
Este
escenario también se basa "en el significativo impulso de las políticas
macroeconómicas de los últimos trimestres, que se han reforzado con una
progresiva normalización de las condiciones financieras internas".
En cuanto a
la política fiscal, el escenario
considera que el balance estructural se alcanzará a fines de la actual
administración y que habrá cambios tributarios, reasignaciones presupuestarias
y otras fuentes de financiamiento para la reconstrucción, acordes con los
anuncios del gobierno.
La inflación por su parte, que se mantiene
casi sin cambios en una proyección de 3,8% para diciembre de este año, una
décima superior a la cifra de marzo, oscilará hacia la meta de 3% hacia el
segundo trimestre de 2012.
Asimismo, agrega que los efectos inmediatos del terremoto y maremoto del pasado
27 de febrero "de haberse producido, fueron bastante acotados y, por cierto,
menores a lo proyectado en el IPoM anterior".
En este contexto,
y luego de haber comenzado ayer con el proceso de normalización de la Tasa de
Política Monetaria (TPM), el Central sostuvo en su informe que el recorte del
tipo rector y futuras subidas "deben ir
ala par del cierre de holguras de capacidad, de modo de evitar presiones
inflacionarias a futuro".
Añade que "retrasar este proceso sólo terminará por requerir ajustes de ajustes más
rápidos y de mayor magnitud, con sus consecuentes repercusiones en la actividad y los precios de los activos
financieros".
Con todo,
sostiene que el ritmo y magnitud de la normalización “dependerá tanto de las
condiciones macroeconómicas internas como de la evolución del incierto
escenario externo”.
Commodities
En medio de
la nube negra que significa la inestabilidad de los mercados internacionales,
el IPoM recortó la proyección de precio de las materias primas.
Así, para
la libra de cobre, el estudio ubica su valor en US$ 3,00 para este año y US$
2,70 para el próximo, cifras menores a los US$ 3,10 y US$ 2,90 estimados en
marzo.
El
petróleo, en tanto, promediará US$ 77 y US$ 80 en 2010 y 2011, respectivamente,
por debajo de los US$ 82 y US$ 85
previstos anteriormente.