El presidente del Banco Central, José de Gregorio, dijo esta
mañana que la economía chilena habría crecido cerca de un 6% en el segundo
trimestre del año. En el marco de seminario organizado por Icare, la autoridad
dijo que el PIB chileno crecerá en torno al 6% durante el segundo semestre y entre
4% y 5% este año.
En tanto la autoridad monetaria adelantó que el próximo año
la economía tendrá un "crecimiento vigoroso", sin señalar una cifra.
En cuanto a este año, el presidente del emisor calificó el
desempeño de la demanda interna como "dinámica" y estimó que crecerá 15% en
2010. No obstante ello, el economista advirtió que este dinamismo debiera
atenuarse a medida que se rigidiza la política monetaria.
El experto adelantó que la inversión llegará a tasas
record este año principalmente gracias a las condiciones financieras y al
terremoto.
Mientras, estimó que la inflación estará cerca de 4% en 2010
para que en los próximos dos años empiece a reducirse. "Esperamos que la
inflación sea algo menor, básicamente porque el terremoto tuvo menos
consecuencias inflacionarias que la que creímos nosotros y el sector privado",
dijo de Gregorio.
Las declaraciones de De Gregorio se producen luego de
conocer el Imacec de junio que superó las expectativas al crecer 6,8% en junio,
convirtiéndose en la segunda mejor cifra del año tras el igualmente
sorprendente 7,1% de mayo.
Contexto internacional
Según el presidente del Central, las tensiones en los
mercados han disminuido luego de conocerse los resultados de los stress test de
la banca europea, "atenuando las turbulencias", las que igualmente persistirán.
Sin embargo, aseguró que la situación se ha "relativamente
tranquilizado" gracias a que la comunidad europea ha asegurado recursos para
ello. Pero pese a eso la recuperación en las economías desarrolladas "será
lenta".
Esto se debería a que Europa aún "tiene dificultades",
mientras que EE.UU. aún lucha para combatir el desempleo.
En tanto, el panorama para las economías emergentes es mucho
mejor ya que de Gregorio destacó que "crecen con vigor", advirtiendo que una
situación difícil en los países desarrollados inevitablemente repercuten en las
economías emergentes.