Por Cristián Torres E.
Tras su polémica salida del Ministerio de Economía, el ex titular de esa cartera, Juan Andrés Fontaine, se refirió en extenso, a los temas que cruzan la coyuntura. En ese sentido, señaló que los movimientos sociales que han cobrado relevancia en los últimos meses, tendrían su justificación en las altas expectativas “infundadas” generadas al inicio del actual gobierno.
A juicio del experto, las expectativas que generó el programa de gobierno en materia de crecimiento económico y en particular, de creación de empleo, se han cumplido, pese a que el terremoto podría haber provocado resultados mucho peores. No obstante, según comentó Fontaine, es probable que las expectativas “hayan ido mucho más allá” en cuanto a lo que significa ser un país desarrollado y a la velocidad con que eso se puede alcanzar. “Todos sabemos que el desarrollo toma tiempo y mucho trabajo, de manera que esas expectativas simplemente eran infundadas y tarde o temprano, debían ser llevadas a la realidad y eso es lo que está ocurriendo hoy día”, dijo ayer en el marco de la Segunda Cumbre Latinoamericana de Mercado Integrado realizada por CorpBanca Corredores de Bolsa.
Menor crecimiento en 2012
El ex ministro fue tajante y afirmó que la economía local podría crecer bajo el 4% en 2012. “Para Chile, el escenario base es de un crecimiento en torno al 4,5%, yo pienso que en este escenario de tormenta es bastante probable un crecimiento por debajo del 4%”, aseguró.
Consultado por una eventual reforma tributaria, la ex autoridad dijo que prefería no hacer un comentario específico respecto a ese debate, pero que en caso de suscitarse una tormenta macroeconómica parecida a la de 2009 “Chile va a tener que aplicar políticas anticíclicas y en ese sentido, mi preferida en lo fiscal, es una baja temporal de impuestos como se hizo, por ejemplo, el año 2009 durante el gobierno de la presidenta Bachelet”.
El economista expresó que “cualquier medida que se tome en materia tributaria, relativa a las empresas, debe cuidar que esa modificación tributaria no dañe el clima necesario para el ahorro y la inversión en Chile”.
Además, dijo que existen estudios que demuestran, que “un aumento al impuesto a la renta de las empresas, tiene un efecto negativo. Ahora, naturalmente una medida específica tiene que evaluarse para algún propósito, hay que analizar el paquete completo y qué excepciones o qué atenuantes se le introduce a la modificación tributaria en cuestión, pero lo que indica la teoría y la experiencia es que efectivamente los impuesto a la renta de las empresas, tienen ese inconveniente”.
Codelco-Anglo
Respecto del conflicto Anglo-Codelco, el economista destacó la labor realizada hasta el momento por el gobierno que busca defender los intereses en el contrato en cuestión, pero desde luego, la palabra final en esa materia “la tienen los Tribunales”.
Para Fontaine, existen dos interpretaciones divergentes, pero serán los tribunales quienes dirimirán cual es la correcta y “no me cabe ninguna duda que una vez resuelta esta causa, el gobierno y Codelco van a acatar”.