Una nueva regla fiscal para la actual administración, de un déficit de un 1% del PIB, es la que anunció esta mañana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, descartando que se pueda lograr un balance estructural para los próximos cuatro años.
Esto luego de que el ministerio decidiera aceptar las recomendaciones del Comité Asesor de Balance Estructural -convocado en mayo pasado y que tenía como objetivo "mejorar, profundizar y transparentar la regla fiscal"- en cuyo primer informe se entrega una nueva forma de cálculo.
Según sus conclusiones, la nueva fórmula -que tiene entre sus principales cambios revertir algunas modificaciones aplicadas en los últimos años a la regla- el déficit fiscal del país llegó en 2009 a un 3,1% del PIB, y no al 1,2% arrojado por la metodología existente hasta esa fecha, lo que llevaría el gobierno a renunciar a su meta de balance estructural.
Larraín explicó que al aplicar este nuevo método se da una diferencia de casi 2 puntos del PIB entre los dos cálucos, lo que "aún con el terremoto, estamos dispuestos a absorber la mitad, pero no podemos ajustar el total".
"Estamos poniéndonos una meta mucho más exigente (...) es un esfuerzo aún mayor, un esfuerzo de un 2,1% del PIB", explicó el secretario de Estado.
El jefe de las Finanzas Públicas precisó que la convergencia a esta nueva meta -de un déficit de un 1% del PIB- se irá informando poco a poco "debido a que depende de muchos factores". Sin embargo, un primer adelanto se incluirá en el proyecto de ley del presupuesto de 2011 que será enviado a fines de septiembre al Congreso.