Informe revela que tarifas de sanitarias debieron disminuir a partir de 2005
El caso de Aguas Andinas sería el más concluyente, pues muestra que los retornos aumentan, mientras su tasa de costos de capital cae.
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José Carlos Prado
Con carácter confidencial, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) encargó el Estudio de rentabilidad y desempeño financiero Aguas Andina S.A, Esval S.A y Aguas Chañar S.A. 2004-2008 y, tras una petición por transparencia pasiva, Diario Financiero obtuvo el documento y publica en exclusiva parte de sus resultados. En 100 páginas, el economista de la Universidad de Chile, Andrés Gómez-Lobo, presenta los indicadores económicos de las empresas sanitarias y su desempeño en aspectos como cobertura, productividad, eficiencia y calidad de servicio. Todo esto, lo relaciona con las tarifas que se fijaron en los distintos procesos de negociación entre el fiscalizador y las empresas de los últimos años. Al revisar el documento, el ex ministro de Obras Públicas, Eduardo Bitran, concluye que en el caso de varias empresas y, en particular, Aguas Andinas, las tarifas debieron haber bajado en 2005 y subieron. En 2010, agrega, la disminución tendría que haber sido significativa y, sin embargo, se mantuvieron las tarifas vigentes. Para el economista, las tarifas son excesivas en relación a las tarifas de eficiencia que establece el esquema regulatorio. Ello, debido principalmente a insuficiencias del marco legal y a la forma como se interpretó.
La evidencia
En la primera parte, los números del estudio muestran que la rentabilidad sobre el capital invertido sube progresivamente en el caso de Aguas Andinas desde 2003 y hasta 2008, a pesar de que la tasa de costo de capital (factor determinante para el cálculo de tarifas) cae de casi un 10% real a cerca del 7%. Lo mismo ocurre en las sanitarias del norte y del extremo sur del país. (ver tablas). Casi al final, el informe de Gómez-Lobo sostiene que para Aguas Andinas se concluye que es posible que las tarifas estén sobre estimadas por el efecto de la forma en que se calcula el valor de reemplazo de las redes de distribución y recolección.
Ante esto, Bitran concluye que el aumento de rentabilidad, el de tarifas y la caída de costo de capital no son consistentes con el marco regulatorio.
De hecho, afirma que el Estado chileno ha gozado de rentas monopólicas tanto como los privados. Tener acciones y directores no han ayudado en nada, por el contrario, los inversionistas han tenido un estupendo socio para mantener el status quo, sentencia el economista.
Decisión de venta
La semana pasada la Corfo dio a conocer el nombre de las entidades que asesorarán financieramente la operación de venta de la participación accionaria que el Estado mantiene en las sanitarias. Esto, luego que el presidente Sebastián Piñera haya decidido en diciembre pasado prescindir de la participación del Fisco en las empresas Aguas Andinas, Esval, Essbio y Essal, transacción con la que se pretende recaudar US$ 1.600 millones que serán utilizado en los planes de reconstrucción tras el terremoto. Y es, precisamente, por esta definición del Ejecutivo que Bitran ha insistido en la necesidad de realizar modificaciones legales que corrijan situaciones como la antes descrita. Sería muy irresponsable si el gobierno vende las acciones sin haber realizado los cambios imprescindibles a la ley. Cómo se va a definir el precio con la incertidumbre regulatoria, explica. De acuerdo a su análisis, la forma en que se ha implementado la regulación de 1997 tiene problemas que requieren corrección. Por ejemplo, describe que en el proceso de tarificación la empresa realiza objeciones a los parámetros que no le convienen y no opina sobre los que pueden estar sobreestimados. Esto siempre sesga las tarifas hacia arriba.