“No es el momento de quemar las naves”. Esa es la primera reacción de Dante Contreras al ver el debate que se formó luego de las primeras líneas que entregó Michelle Bachelet sobre su propuesta tributaria. El director del departamento de Economía de la Universidad de Chile afirma que antes de criticar la propuesta hay que conocer su contenido y analizarlo pensando en el largo plazo, dado que hay que construir un país que tenga un balance entre estabilidad social y equidad.
-¿Por qué generan tanto ruido los anuncios de la ex presidenta? ¿Siente que la reacción habla de su favoritismo para las elecciones?
- Todavía tenemos mucha incertidumbre respecto a la votación, ahora con el voto voluntario no sabemos cuánta gente irá a las primarias. Yo sugiero calma y tiza a todos los actores relevantes, esperemos las primarias, que se armen los equipos correspondientes y veamos la evolución de las propuestas, eso es lo correcto. Además, en el tema tributario hay que recordar un trabajo escrito por Felipe Larraín y Rodrigo Cerda en el año 2005 que muestra que el impuesto a las utilidades no tendría impacto en la inversión de las firmas grandes. Eso lo dijo el actual ministro de Hacienda y su principal asesor, entonces uno no tiene que sembrar temores donde no existen.
- A propósito, ¿qué le parecieron las declaraciones del ministro al señalar que las propuestas afectaban la inversión?
- Creo que son apresuradas y que no tienen sustento empírico. Las tasas de crecimiento 2012 de Chile (5,5%) Colombia (4,0%), México (3,9%) y Perú (6,3%) fueron más altas que las cifras particulares que se observaron en el cuarto trimestre del año 2012 y las del primer trimestre de este año (Chile 4,1%, Colombia 2,8%, México 0,8% y Perú 4,8%). Además, se usa mucho la frase “cambios radicales” y en estricto rigor muchas de las propuestas apuntan básicamente a alinear a Chile con tendencias del mundo. Si se ven las tasas de las empresas en el mundo, cómo se diseñan los sistemas educativos, cómo se articulan las políticas sociales, son políticas parecidas. Nadie está hablando de cambios distintos a la tendencia OCDE.
- ¿Y qué le parece que los candidatos de la Alianza criticaran el alza de impuesto a las empresas por su efecto en la PYME? Aunque después la ex presidenta aclaró que ellas no se vería afectadas...
- Yo volvería a insistir en el punto del actual ministro de Hacienda respecto a que los impuestos a las utilidades no impactarían en la inversión de las firmas grandes y, por lo tanto, dada la aclaración de la presidenta Bachelet supongo que todo el mundo debería estar tranquilo. Hay que ser prudente, ver bien las propuestas y estudiar las cosas con sensatez y visión de largo plazo.
- ¿Por qué?
- Porque si bien es cierto que al mundo empresarial no le gusta pagar más impuestos, supongo que tampoco le gusta el descontento y la inestabilidad social, por lo tanto, la pregunta es de qué manera se logra un balance para construir un país que al mismo tiempo de tener estabilidad social vaya teniendo mayores dosis de competencia, equidad, movilidad social y justicia social.
- ¿Sería una cesión de distintas partes?
- Por supuesto. Todo hay que verlo de manera integral. Creo que el análisis parcial de los eventos, las declaraciones acaloradas sin examinar el detalle, son completamente innecesarias y apresuradas. No tenemos que olvidar que la persona que ha liderado el grupo es Alberto Arenas, que está Andrea Repetto, Michael Jorrat y mucha gente que ha trabajado un montón de tiempo en esto. Por lo tanto, yo esperaría que la propuesta sea consistente, ordenada y que dé cuenta de todas las dudas que se están planteando, pero no es el momento de quemar naves.
Humala-Bachelet: “no tiene sustento empírico”
- ¿Qué le parece la comparación que realizó Econsult de la campaña de Ollanta Humala en Perú versus la de Michelle Bachelet?
- Me parece que esto no califica ni como análisis ni como estudio, es el trabajo que podría haber hecho un alumno de pregrado. Con siete láminas es imposible señalar ninguna causalidad, es imposible prever el futuro y, por lo tanto, me parece un análisis muy limitado para argumentar lo que se argumenta. Ellos no son economistas, trabajan en el área de consultorías para el sector privado y naturalmente estos son los tipos de análisis que realizan, pero de un punto de vista de explicar lo que va a suceder o anticipar un análisis, me parece que no es confiable.