Pese a destacar la respuesta que tuvieron las autoridades en
el país frente a la crisis financiera internacional que ha azotado al mundo, y
señalar que la economía local ya transita hacia la recuperación, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo (OCDE) advirtió que aún existen ciertos riesgos relacionados al retiro
de las medidas de estímulo económico.
Según la entidad, la recesión mundial golpeó con "severidad
a Chile" debido principalmente a su alta exposición a los precios de las
materias primas. Sin embargo, sostiene el informe de la OCDE, "la recesión fue relativamente corta",
gracias a la recuperación de estos valores y a "una audaz política de estímulo
macroeconómico".
En este contexto, el organismo internacional destaca la respuesta de la
autoridad monetaria y la fuerte reducción de la tasa de interés aplicada. Asimismo,
subraya la buena salud del sistema financiero chileno y la "regulación prudencial"
a la que es sometido.
Recalco además el papel jugado por el gobierno y las medidas tomadas por éste
para impulsar la economía, así como la aplicación de un paquete de estímulo
fiscal que “fortaleció la liquidez de los hogares y las empresas cuando más se necesitaba”.
"En general las medidas fiscales del gobierno se llevaron a
cabo con rapidez y, por lo tanto, actuaron como un apoyo oportuno para la
demanda agregada, cuando la crisis estaba en su punto más grave", explica el informe,
precisando que las "medidas enérgicas del gobierno atenuaron la profundidad y,
en particular, la duración de la crisis", teniendo en la economía local "efectos estabilizadores".
La gran duda: la retirada de los estímulos
En medio de este escenario, la OCDE proyectó que durante
2010 la actividad "ganará gradualmente velocidad", llegando a niveles sobre el
crecimiento potencial en 2011.
Sin embargo, advirtió que "si bien la recuperación hasta el momento parece
desarrollarse como se espera, siempre hay riesgos para estas proyecciones".
La organización sostiene que la economía chilena podría volver
a enfrentar obstáculos "si la esperada recuperación en el comercio mundial no
es tan firme como se esperaba y si las exportaciones y el precio del cobre no
sostienen su reciente subida".
En este contexto, mantiene que las autoridades "deben
reaccionar con prontitud a las señales de que la recuperación no se está
desarrollando según lo previsto".
Así, si la recuperación llega a ser más vigorosa de lo
esperado, "el estímulo fiscal podría ser retirado con mayor rapidez”. Por el
contrario, si ésta llega a ser significativamente más débil de lo estimado, “los
estímulos fiscales y monetarios podrían permanecer en vigor durante un periodo
prolongado de tiempo".
"A menos que la recuperación resulte mucho más fuerte de lo
esperado, la política monetaria y fiscal debe seguir siendo de apoyo hasta bien
entrado 2010",
sostiene el informe, reiterando que "Chile debería tener cuidado de no a
retirar el estímulo demasiado rápido".
Sector financiero
En otra arista, y pese a destacar su solidez, la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo entregó algunas recomendaciones para el sistema financiero chileno.
Según el documento, la regulación local durante la crisis -prudencial y conservadora- "evitó el contagio de los mercados de capital" a la recesión mundial. Sin
embargo, habla sobre dos áreas en las que se debe poner mayor atención.
Una de éstas es la extensión de crédito de las grandes tiendas,
que "debe ser más transparente y mejor supervisado", a juicio de la entidad.
Asimismo, plantea que es necesario que existan "más reglas formales sobre la
cooperación entre los supervisores de los mercados financieros".
Desempleo
crónico: riesgo persistente
En
cuanto al desempleo, la entidad sostiene que el indicador "ha aumentado
rápidamente en la crisis actual y es importante evitar que se convierta en algo
persistente como en el pasado".
Según el informe, la experiencia la
crisis asiática "refuerza el argumento de que el estímulo fiscal, y en
particular las medidas para apoyar el mercado de trabajo, no debe ser retirado
antes de tiempo".