Destacando
los avances que ha realizado Chile en materia de innovación y competencia, la
OCDE advierte que aún existen varias reformas que debieran materializarse para
fomentar aún más la competencia, el espíritu empresarial y la innovación, con
miras a estimular la productividad.
A juicio del organismo, en las últimas dos décadas Chile ha crecido más rápido
que la mayoría de los países que integran la OCDE, sin embargo, la brecha de
ingresos aun es sustancial y el crecimiento ha disminuido desde fines de 1990,
lo que estaría explicado por una baja productividad.Y si bien destaca que el marco de políticas macroeconómicas que
hoy Chile tiene "ha permitido una estabilidad importante", este marco "por sí
solo no es suficiente para conseguir un poderoso crecimiento productivo",
destacando que “una condición importante para conseguir este crecimiento
productivo es una vigorosa competencia".
"Una adecuada política de innovación puede además ayudar a
aumentar el crecimiento de la productividad, al influenciar a la empresa a
mejorar los productos o las tecnologías productivas", asegura la entidad en su
informe "Revisión Económica: Chile 2010".
De ahí que el organismo concluya que "elevar la productividad es uno de los principales desafíos
de Chile y mejorar la competencia debe ser un elemento importante de cualquier
estrategia económica para afrontar este desafío".
Obstáculos al crecimiento
El informe indica que una serie de debilidades en los
ajustes de la política estructural ha contribuido a que Chile muestre un
desempeño decepcionante en materia de productividad.
La competencia en el mercado aun se mantiene débil, según
los estándares de la OCDE.
Pero además, las actuales condiciones no fomentan a tomar
riesgos en materia de emprendimiento.
Sin embargo, el organismo asegura que "pese a las reformas
recientes, aún queda mucho por hacer para ponerse al día en materia de
productividad".
El estudio demuestra que el promedio de la contribución
total de la
Productividad Total de Factores (PTF) al PIB ha sido cercano
a 0 desde 1998. En tanto, la
contribución de las horas trabajó también se ha desacelerado en la última
década.
"El
débil crecimiento de la PTF parece ser un problema estructural”, señala la
entidad, ejemplificando esto con el hecho de que el auge de las inversiones entre 2007 y 2008 condujo a un
aumento en el capital, pero no a un aumento inmediato de la producción".
En
tanto, la brecha en la renta per cápita con los países más avanzados de la OCDE
es en gran medida debido a la disminución de la productividad laboral.
Políticas
para mejorar la competencia
La
OCDE señala que una condición previa importante para un fuerte crecimiento
productivo es tener una vigorosa competencia en los mercados.
Según
la entidad, Chile tiene relativamente una regulación restrictiva en algunas
áreas del mercado. Pero además tiene débil aplicación de la ley de competencia, en
particular en el ámbito de los carteles.
Por
ello, señala la entidad, el fortalecimiento de la aplicación de la ley de
competencia y mejora en el mercado la transparencia es especialmente importante
en los mercados pequeños, como Chile.
Adicionalmente,
el espíritu empresarial y la innovación son determinantes en el crecimiento de
la productividad, al reasignar los recursos de la las empresas de baja
productividad a las de mayor productividad.
La
innovación, en tanto, aumenta la productividad a través del desarrollo de
nuevos productos, la mejora de los procesos de producción, y la aprobación de
comercialización de nuevas técnicas o de organización.
Marco de política de innovación ha mejorado
De
acuerdo al informe, a pesar de varias reformas recientes a las políticas de
innovación, aún persisten una serie de deficiencias en materia de innovación.
La I +
D es financiada principalmente por el Gobierno y llevada a cabo en las
universidades y los institutos públicos de investigación, los cuales tienen
vínculos débiles. Lo que trae como consecuencia, que la propensión del sector privado de
participar en la innovación sea bajo.
Las
autoridades han tomado, recientemente, una serie de medidas para promover los
vínculos entre institutos públicos de investigación o universidades y las
empresas privadas. Entre ellas, la introducción de un crédito tributario para
investigación y desarrollo (I+D).
Hasta la
creación del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, el
establecimiento de las prioridades en la política de innovación no se habían
separado del financiamiento y el
contexto de la innovación se encontraba fragmentado.
Pero
además la OCDE advierte que existen riesgos en dar prioridad a ciertos grupos
sectoriales (clusters).
Sobre la
base de guías estratégicas elaboradas por el Consejo Nacional de Innovación, se
ha desarrollado un plan de acción bianual para 2009-2010, centrado en cinco clusters
(industria alimentaria, industria acuícola, industria minera, industria
turística y servicios globales).
A juicio de la entidad, un riesgo de la falta de neutralidad a la hora de
escoger los cluster es elegir sectores que se han desarrollado con éxito,
incluso en ausencia de apoyo público o por el contrario apoyar a sectores que
no son viables.