Macro

Economía chilena se desacelera: PIB del tercer trimestre registra menor crecimiento desde marzo de 2021

El Producto Interno Bruto subió 0,3% respecto a igual trimestre del año pasado. De todos modos, la cifra es levemente superior a lo esperado por el mercado, que la ubicaba en 0,2%.

Por: Jaime Troncoso R. / Gráfico: María C. Arvelo | Publicado: Viernes 18 de noviembre de 2022 a las 08:30 hrs.
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La economía chilena sigue su camino de desaceleración. El Banco Central informó este viernes que el PIB en el tercer trimestre creció un 0,3%, respecto de igual trimestre del año pasado. La cifra es levemente superior a lo esperado por el mercado, que la ubicaba en 0,2%, y se tranforma en el menor desempeño desde el primer trimestre de 2021. 

El informe destaca el crecimiento de los servicios, en particular de los servicios personales y el transporte. Contrarrestaron lo anterior, las caídas del comercio y la minería, principalmente.

La demanda interna ya muestra cifras negativas al reducirse 1,5%, en línea con un menor consumo de los hogares, según el Instituto Emisor. 

El Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre estimaba que la economía chilena cerraría durante 2022 entre 1,75% y 2,25%. Para 2023 el Central asumió que la economía caería en recesión con una caída de entre -0,5% a -1,5%.

El Banco Central en su política de revisiones para las cuentas nacionales trimestrales, mantuvo PIB del primer trimestre en de 7,4%, mientras que el segundo se revisó al alza, de 5,4 a 5,6%.

Cae consumo de hogares

El Banco Central señaló que la contracción de 1,5% de la demanda interna se explicó por el desempeño del consumo de los hogares y, en menor medida, de la inversión. El consumo privado cayó 2,8%, reflejo de un menor gasto en bienes, particularmente de no durables. En contraste, el consumo de servicios aumentó.

La variación de existencias, en tanto, incidió negativamente en el resultado de la inversión, lo que se explicó principalmente por menores stock de productos industriales. En tanto, la formación bruta de capital fijo (FBCF) aumentó 2,2%, liderada por una mayor inversión en maquinaria y equipo.

Asimismo, las exportaciones aumentaron 4,1% en el tercer trimestre y las importaciones se redujeron 2,7%. En el primer caso, el resultado se explicó principalmente por el dinamismo de las exportaciones de servicios, seguidas por los envíos de bienes. En el resultado de las importaciones destacaron las menores internaciones de productos tecnológicos y petróleo crudo.

Por sectores

La actividad agropecuario-silvícola se redujo un 2,1% por las caída en silvicultura y ganadería. La fruticultura se contrajo en el período, destacando una menor producción de cítricos –mandarinas, naranjas y limones–, como consecuencia de condiciones climáticas desfavorables. La producción de paltas contrarrestó parcialmente lo anterior, en particular aquellas destinadas a mercados externos. 

La agricultura registró una caída durante el trimestre, incidida principalmente por la cosecha de hortalizas para el consumo fresco.

La actividad pesca aumentó 1,4% impulsada por la pesca extractiva. En contraste, la acuicultura disminuyó. El desempeño de la pesca extractiva se explicó, mayormente, por un incremento en los desembarques de anchoveta y jurel. En tanto, las capturas de merluza cayeron, contrarrestando en parte lo anterior. El resultado de la acuicultura fue determinado por una menor producción de salmónidos, destacando la caída del salmón del atlántico.

La minería anotó una caída de 4,9%, incidida principalmente por la extracción de cobre. Este efecto fue parcialmente compensado por la minería no metálica.  En la actividad cuprífera se registraron caídas en la producción de las principales faenas del país. Esto se explicó por una menor ley del mineral, condiciones climáticas adversas y a una menor disponibilidad de agua. En cambio, el incremento en la extracción de minerales no metálicos fue generalizado, destacando la mayor producción de litio. Respecto de la agrupación otros metálicos, ésta se redujo producto de una menor extracción de oro y plata.

La industria manufacturera decreció 3,9%, registrándose caídas en todas las actividades industriales con excepción de la elaboración de alimentos y la fabricación de productos metálicos y maquinaria y equipo. Destacaron por su incidencia la menor producción de madera y muebles; minerales no metálicos y metálica básica; y bebidas y tabaco.

La actividad suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) aumentó 14,1%, resultado determinado mayormente por la generación eléctrica. El mayor valor agregado de la generación eléctrica se explicó por el uso de insumos de menor costo. En efecto, la hidroelectricidad y las energías renovables no convencionales —solar y eólica— aumentaron sustituyendo a la generación térmica, en particular en base a diésel y carbón. La gestión de desechos, por su parte, registró un incremento generalizado, destacando la gestión de residuos de la minería y de desechos municipales e industriales. La distribución eléctrica también aumentó, impulsada tanto por la demanda residencial como no residencial.

La actividad construcción exhibió una contracción de 1,7%, resultado incidido por las obras de ingeniería y los servicios especializados. En tanto, la edificación aumentó, compensando parcialmente el resultado anterior. El resultado negativo que se observó en las obras de ingeniería y servicios especializados se explicó, principalmente, por una menor construcción de obras mineras y por una caída en la demanda de reparaciones. La edificación aumentó impulsada por la construcción habitacional, en particular de departamentos. En tanto, la edificación no habitacional se redujo, en gran parte, producto de una menor construcción de establecimientos comerciales.

La actividad comercial cayó 9,6%, en línea con menores ventas minoristas y mayoristas. El comercio minorista registró menores ventas en gran parte de sus actividades, destacando aquellas realizadas en grandes tiendas; establecimientos especializados de vestuario, calzado y equipamiento doméstico, y supermercados. El comercio mayorista decreció como resultado de menores ventas en todos sus componentes; incidieron mayormente maquinaria y equipo; enseres domésticos; y materias primas, alimentos, bebidas y tabaco. Finalmente, el comercio automotor también presentó una caída, explicado por un menor volumen en las ventas de vehículos, efecto que fue parcialmente compensado por un incremento en los servicios de mantención y reparación de vehículos.

El transporte creció 12,2%; al igual que el período anterior, el resultado de la actividad reflejó el levantamiento de las restricciones sanitarias en comparación con el año anterior. Todas las actividades del transporte crecieron, con excepción de los servicios conexos. El transporte terrestre de pasajeros fue la principal incidencia al alza, destacando los servicios de transporte en buses urbanos e interurbanos. El transporte aéreo, en tanto, presentó cifras positivas en todos sus segmentos, siendo las rutas internacionales las de mayor dinamismo e incidencia.

La actividad comunicaciones y servicios de información creció 7,5%, determinada por los servicios de información. En contraste, las comunicaciones se redujeron.

Los servicios empresariales crecieron 3,7% mientras que los personales lo hicieron en 6,8%. En ambos casos, el resultado es menor al observado en trimestres anteriores.

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