Desafíos de la vida urbana sustentable
Guillermo Pickering de la Fuente Presidente de Aguas Andinas
- T+
- T-
El desarrollo sustentable en los polos urbanos impone desafíos especialmente urgentes para Chile, donde cerca del 90% de la población vive en ciudades y poco menos de la mitad se concentra en la Región Metropolitana (RM). Satisfacer las demandas de agua, alimentos y energía de siete millones de personas requiere un uso más eficiente de los recursos disponibles y una nueva mirada bajo los criterios de economía circular, que invita a convertir los residuos en nuevos insumos reutilizables.
Ese cambio de paradigma es apremiante. La ONU advierte que para 2030 la demanda mundial de agua habrá aumentado 50% y que la mayor parte de ella provendrá de las ciudades. Se requerirá, entonces, más agua para el consumo humano y producción de alimentos, y en contrapartida, se generarán millones de litros de aguas servidas extra.
Hoy en el mundo más del 80% de las aguas servidas vuelve a la naturaleza sin tratamiento alguno. En Chile, la situación es mucho mejor que el promedio mundial. La cobertura de alcantarillado y tratamiento de aguas servidas alcanza al 100% de las zonas urbanas. El aspecto más visible de la operación de las empresas sanitarias es la provisión de agua potable y las personas en general ponen poca atención a lo que ocurre después de que tiran la cadena.
Sin embargo, bajo este nuevo prisma y adoptando los principios de la economía circular, las aguas servidas producidas por los habitantes de las ciudades pueden cobrar nueva vida y valor. Es el reciclaje en su expresión más pura.
¿De qué estamos hablando? Los más de seis millones de personas que viven en las zonas urbanas de la RM generan sobre 540 millones de metros cúbicos de aguas servidas al año. En la práctica, tras su paso por las biofactorías habrá 540 millones de metros cúbicos de agua disponibles para otros usos y otros subproductos, como biogás y residuos orgánicos sólidos (biosólidos).
Con las biofactorías valorizaremos el 100% de los biosólidos, no habrá nada que llevar a vertederos. Llegaremos en cinco años a la autosuficiencia energética y cero residuos. Y seremos entusiastas impulsores de la reutilización del agua recuperada en nuestras biofactorías en nuevos procesos e industrias. Confiamos en que será nuestro mejor aporte para Chile y sus ciudadanos.