Informe de la OCDE alerta: “Chile enfrenta una alta exposición a los riesgos de la transformación digital”

Una serie de advertencias para Chile dejó la primera versión del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dedicado a analizar los riesgos y oportunidades que ofrece la transformación hacia el mundo digital, titulado ‘¿Cómo es la vida en la era digital?’.

El reporte, publicado ayer, afirma que nuestro país “enfrenta una alta exposición a los riesgos de la transformación digital y un rendimiento limitado en términos de oportunidades” en relación con otros de los países que conforman el bloque de cooperación multilateral.

El documento asegura además que a la situación se le agrega la falta de información necesaria para la elaboración de “un gran número” de indicadores, lo que “limita una evaluación integral de los impactos”.

“Limitado” uso de internet

Según la OCDE, existen elementos en el uso de internet en Chile que se contraponen entre sí. Mientras el acceso a la red global “ha aumentado sustancialmente en la última década” -e, incluso, se ubica por sobre el promedio de la OCDE -, con un alza de los hogares con acceso a internet desde 19,7% en 2005 a 87,5% en 2017, la variedad de usos que se le da a esta herramienta es “limitada” y el nivel de desigualdad está por encima del promedio de la OCDE.

El detalle muestra que para los segmentos que cuentan con un alto nivel de educación en Chile, el número de actividades que realiza en Internet es en promedio tres, comparado con las casi ocho que arroja el promedio OCDE para dicha fracción de la población.

En tanto, el grupo de chilenos con baja educación en general casi no realiza actividades en la red (no alcanza 1), mientras que el promedio global es de 1,6.

Así, el número de actividades en línea que son utilizadas por más del 50% de la población en Chile llega a cuatro tipo de acciones distintas. Dicho nivel es levemente superior al promedio OCDE, y mientras más alta es la cifra, mayor es la diferencia entre los adoptadores rápidos y el resto de la población.

Bajas destrezas digitales

Este paradojal escenario se refuerza con una de las principales falencias que identifica el estudio: la educación.

Según el reporte, Chile “se queda atrás en el área de educación y habilidades digitales”.

Los resultados muestran que la proporción de individuos que alcanza destrezas intermedias y avanzadas en el Programa para la Evaluación Internacional de Competencias Adultas (PIAAC, por su sigla en inglés) en Chile sólo llega hasta 15,3%, muy por debajo del 30,3% del promedio OCDE.

Incluso, aunque las cifras sugieren una mejora para el segmento de la población de entre 25 y 35 años, donde un 26,3% logra superar el nivel básico de habilidades, este sigue siendo notoriamente menor a la media del bloque, de 42,5%. Ello contrasta con el intensivo uso que se le da a internet para fines laborales, específicamente para encontrar y solicitar empleo, cuyo uso en el caso chileno “es mayor que en otros países de la OCDE”.

Automatización, “riesgo clave”

En esta área, nuestro país se encuentra expuesto “a un riesgo clave” como lo es la automatización. En línea con otros informes globales, la OCDE afirma que Chile “enfrenta un nivel relativamente alto de empleos en riesgo de ser automatizados”.

Dice que un 53% se encuentra amenazado por este riesgo, mayor al 45,5% que se observa en la OCDE. Además, de ellos, un 21,6% está en un alto riesgo de automatización, nivel mucho mayor al promedio de 14% en el bloque. En tanto, un 31,4% de los puestos en Chile presenta riesgos significativos de cambios, en línea con el promedio general.

Uno de los ámbitos en que Chile destaca es en el uso excesivo de internet por parte de niños (menores de 16 años), donde un 43% pasa más de seis horas en un día normal usando la red. Dicho nivel es el más alto entre los países de la OCDE, superando por lejos a su más cercano perseguidor (Gran Bretaña, con 37,3%).

El reporte, con cifras a 2015, da cuenta además de que la uso de internet en niños se eleva a medida que sus padres cuentan con mayor nivel educacional, con un 42,2% de uso excesivo frente al 40% del resto de la población.