La crisis financiera de Rabié terminó por pasarle la cuenta a la distribuidora. Claro porque la complicada situación de la firma de Chillán obligó a sus dueños a pedir su quiebra, hecho que genera profunda incertidumbre entre sus 1.200 trabajadores.
El presidente del sindicado de la empresa, Hernán Sepúlveda, dijo a Diario Financiero que la solicitud de quiebra fue ingresada el pasado 6 de agosto ante el 22º Juzgado Civil de Santiago. En esa línea, el dirigente sindical criticó la medida y plantéo sus dudas por la acción de Jorge Rabié, dueño de la empresa.
"Nos da la impresión de que Jorge Rabié está bloqueando un poco con lograr vender la empresa. Nosotros pensamos que esto es un juego estratégico para forzar un poco la venta. Lo más probable es que a ninguno de los acreedores les convenga que Rabié quiebre porque va a ser mucha plata la que van a perder" dijo el dirigente gremial.
"La gente (los trabajadores) está preocupada porque no sabe lo que va a pasar con respecto a la quiebra. O sea, hasta el momento lo que se está diciendo es que está quebrado el asunto y es el sindico el que va a tener que tomar las decisiones", agregó Sepúlveda.
La falencia de la compañía sucede a una larga lista de intentos por intentar sacarla a flote, entre las que destaca la búsqueda de un socio estratégico, una venta e incluso un aumento de capital por US$ 150 millones.
El grupo Said Kendal fue uno de los que estuvo cerca de adquirir la compañía. También evaluaron la operación Socofar, matriz de Cruz Verde, y el grupo Prisa.
La situación de Rabié no era nada fácil. Cuentan con un complejo panorama financiero y estrechez de caja, lo que vienen arrastrando desde hace un buen tiempo, aspecto que los llevó a sumar como socios y estrategas a Virtus Partners en una primera etapa y, posteriormente a buscar un socio capitalista, sin mayor éxito.
Uno de los mayores "activos" con los que cuenta Rabié actualmente son los poco más de 45 mil clientes que mantienen a lo largo de Chile, junto a los planes para aumentar el número de categorías de productos que distribuyen. Para ello cuentan con tres centros de distribución (ubicados en Antofagasta, Santiago y Chillán), en los que cuentan con un mix que fluctúa entre los 4.000 y 6.000 productos.