Por Miguel Bermeo
Hace unas semanas la Corte Suprema rechazó un recurso que el grupo Norte Sur interpuso para impugnar la decisión de la Corte de Apelaciones que invalidó el dictamen del árbitro Hernán Fontaine, quien determinó que la universidad Central debía pagar una multa a Norte Sur por el acuerdo fallido con el que éstos ingresarían a la propiedad de la institución.
El presidente de la junta directiva de la casa de estudios superiores, Ricardo Napadensky, se declara contento con el fallo del máximo tribunal en contra del grupo ligado al ex controlador del Banco del Desarrollo, Vicente Caruz.
Además, explica que impugnaron la acción del árbitro “pues estimábamos que el fallo se apegaba al derecho comercial exclusivamente, no considerando ninguna circunstancia, como por ejemplo, el contexto que se vive y las relaciones definidas en nuestro propio ordenamiento jurídico”.
-Entonces ¿el fallo se relaciona más con el contexto de reforma educacional contra el lucro?
-Somos contrarios al lucro y entendimos que este acuerdo preliminar, a través de un Marco de Acuerdo, podría haber sido considerada como una posición que lo favorecía. Por eso retiramos la modificación de los estatutos del Ministerio de Educación, y le solicitamos a Norte Sur un mayor plazo para discutir el marco de acuerdo.
Evidentemente, el grupo Norte Sur no estuvo de acuerdo y decidió resolver ese marco en forma unilateral y poner esta demanda arbitral, cobrando un perjuicio por no haberlo firmado.
Ante eso, lo que hemos dicho es que intentamos por todo los medios cumplir con el Marco de Acuerdo, pero desde la perspectiva de la institución, que estimaba que tal como estaba ese convenio podríamos haber caído en la venta de la institución.
-¿El Marco de Acuerdo proponía el lucro entonces?
-Si finalmente se traspasaba la propiedad de los activos de la universidad, porque eso era lo que podría haber ocurrido, claramente se estaba atentando contra lo que dice la ley: que no se puede lucrar.
No me atrevería a decir directamente que Norte Sur iba a lucrar, pero podría haberse entendido que daba pie al lucro.
-¿Cree entonces que el fallo de la Corte de Apelaciones responde a este contexto del país contrario al lucro o al actuar del árbitro?
-Si uno lee el fallo hay elementos que tienen de ambas situaciones.
-¿Cómo sigue el plan de desarrollo tras esto?
-El plan ha sido recientemente revisado, se extiende hasta 2015 y hemos cumplido rigurosamente las metas propuestas en él. Ahora, estamos ad portas de iniciar los estudios del plan para un nuevo quinquenio (2016-2021), donde las metas son distintas.
-¿Cuánto podrían invertir?
-Para los próximos años hay un desarrollo en lo inmediato de $ 3.000 millones y posteriormente, ir a una inversión de $ 5.000 millones. Esto para absorber el desarrollo que queda entre 2014 y 2015, que considera la ampliación de nuestros propios edificios, expandir la oferta en la sede de La Serena, construyendo módulos que lo permitan.
Posteriormente, desde 2016 en adelante, con la ayuda de nuestros socios desde el punto de vista financiero –la banca-, desarrollar otros proyectos tanto en el campus Almagro como en La Serena.
-¿Se descarta la entrada de un socio?
-Está descartado reactivar una alianza estratégica tal cual como fue planteada anteriormente.
Sin embargo, tenemos plena conciencia que podemos desarrollar proyectos específicos sin que eso signifique transferencia ni de administración ni de propiedad.