La de ayer debe haber sido una de las juntas de accionistas más esperadas del Banco de Chile. Esto porque era la primera oportunidad en la que los ejecutivos de la entidad financiera se iban a referir al Caso Caval, el que puso en el centro de atención pública a la institución presidida por Pablo Granifo.
En la testera de la reunión se encontraban el gerente general, Arturo Tagle, Nelson Rojas, fiscal, y el mismo Granifo.
Los primeros puntos que se abordaron fueron los resultados que obtuvo la entidad en 2014 y la gestión que realizaron sus ejecutivos, los que fueron calificados de exitosos
Luego, vino el espacio en el que los accionistas plantean sus inquietudes o hacen comentarios sobre la gestión. De hecho, se podría decir que, tradicionalmente, la junta del Chile es la que tiene a los accionistas "más participativos".
Y esta no fue la excepción. Uno de los accionistas que tomó la palabra comentó el caso donde el vicepresidente del banco, Andrónico Luksic, jugó un rol en el controvertido crédito otorgado a la sociedad en la que Natalia Compagnon, nuera de la presidenta de la República, Michelle Bachelet, es socia con un 50%.
Una vez ya finalizada la junta, Granifo aseguró que la entidad está colaborando en la investigación que lidera el fiscal Luis Toledo, agregando después que "el Banco de Chile, al igual que en cualquier otro proceso, va a colaborar y está colaborando con la Fiscalía".
El presidente de la entidad bancaria también fue consultado respecto a los efectos del escándalo en la institución, a lo que respondió que "efectivamente el tema comunicacional y reputacional, en nuestro negocio, es muy importante y tenemos que ser muy cuidadosos".
La respuesta
Apenas estalló el escándalo, el Superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Eric Parrado, afirmó que la operación en cuestión fue analizada, llegando a la conclusión de que ésta cumplía con la normativa bancaria.
Sin embargo, después explicó en una entrevista a un matituno que no bastaba con que una operación cumpliera con la legalidad, sino que los bancos siempre deben operar con los más altos estándares de prudencia, lo cual, dijo, no sucedió en esta situación.
Frente a esta declaración, el presidente del directorio de Banco de Chile aseveró que "no soy nadie para opinar o cuestionar lo que haya dicho el superintendente. Esa es la opinión del superintendente".
Agregó que "lo que nosotros hemos dicho es que efectivamente hemos cumplido con las políticas, regulaciones internas y reglamentarias. Lo otro son juicios de valor. Y yo creo que lo más importante, más que emitir juicios de valor, es remitirse a cosas objetivas".
El titular de la mesa directiva de la entidad controlada por el grupo Luksic también se refirió a los otros escándalos financieros que han ocurrido en el último tiempo.
"Sin duda, hay muchos casos que son muy lamentables. Efectivamente afectan la credibilidad (del país)".
Respecto a cómo enfrentar este complejo escenario, Granifo enfatizó que "lo que más importa, aunque parezca una frase cliché, es que dejen que las instituciones funcionen, pero de verdad, que funcionen de verdad. Yo creo que ese es el mejor mensaje que le podemos dar a la comunidad internacional que nos mira".
En qué va el caso Dávalos
Una de las últimas diligencias realizadas por el Ministerio Público fue la solicitud a Google para que congele y conserve las cuentas de correo electrónico de Sebastián Dávalos, del seremi de Vivienda de O'Higgins, Wilfredo Valdés y del ex asesor de Caval, Sergio Bustos.
El requerimiento buscaría acceder a todos los correos, contactos y claves de acceso de estas tres personas, con el objeto de establecer quiénes fueron los involucrados en los eventuales delitos que escondería el millonario negocio de la empresa Caval en Machalí, cuya propiedad pertenece en un 50% a la esposa de Dávalos y nuera de la presidenta Bachelet, Natalia Compagnon.
Por otro lado, el próximo 6 de abril se llevará a cabo la audiencia por la demanda laboral que presentó Sergio Bustos, quien le exige a esa sociedad el pago de $230 millones por 14 remuneraciones y un premio por supuestamente haberle conseguido la reunión con el controlador del Banco de Chile, Andrónico Luksic.