Los tiempos están cambiando en Econsult. La entidad, que asesora a grandes inversionistas y familias de alto patrimonio, está consciente de que de tanto en tanto es necesario "resfrescar" el negocio e incorporar "rostros nuevos".
Razón por la cual hace un par de semanas, la consultora -que cumple 30 años- incorporó un nuevo socio: Antonio Larraín, ex ejecutivo de Drake -family office perteneciente al empresario Nicolás Ibáñez- que compartirá propiedad con Eugenio Symon, Cristián Allende, y José Ramón Valente, este último director ejecutivo de la empresa.
Econsult en la actualidad asesora a 40 familias en materia de inversión, con activos bajo asesoría que ascienden a los US$ 2.500 millones.
"Antonio entrará con un porcentaje creciente de la propiedad. Con el tiempo irá accediendo a una participación mayor de propiedad; es perfectamente posible que en 10 a 5 años más la compañía esté, mayoritariamente, a cargo de gente nueva", señala Valente.
La incorporación de un nuevo socio a la propiedad se da justo en un momento especial para el mercado, con una bolsa doméstica con bajos montos transados y un IPSA -principal selectivo del mercado local- "estancado" en niveles por debajo de los 4.000 puntos.
Larraín coincide con Valente en que la sensación de los clientes es que la bolsa sigue "cara" en relación a sus niveles históricos y sus pares de América Latina, por lo que no ven en el horizonte -a lo menos en el corto plazo- un regreso de flujos hacia la renta variable local.
"Hay poco apetito por invertir en renta variable chilena, principalmente la economía está creciendo bastante poco y cada día es más fácil acceder a los mercados financieros internacionales. El inversionista financiero tiene un campo de oportunidades mucho más amplio de lo que tenía hace 10-20 años atrás. Entonces, la gente básicamente invierte afuera si no ve buenas oportunidades acá", asegura el ex Drake.
Valente añade que mirado en múltiplos, no sólo es claro que la bolsa chilena no está en niveles "atractivos", sino que en relación a mercados más desarrollados -como Japón, Europa o EEUU-, los clientes están favoreciendo la diversificación.
Para Larraín, no todo es negativo en el horizonte del mercado local, ya que ve "interesantes oportunidades" en renta fija en UF, en medio de una inflación que lleva más de un año por sobre el rango meta del Banco Central, lo que se acentuará con el impacto del alza del dólar en los precios internos.
¿Cómo se viene el futuro? A mirar utilidades
Ambos ejecutivos no evaden la pregunta que se han realizado varios en el mercado local: ¿Cuánto han impactado los últimos escándalos -como Cascadas, Penta y La Polar- en los flujos y el rendimiento de bolsa chilena.
Para Valente, no sólo es relevante el clima país a la hora de invertir, sino también el crecimiento de las utilidades corporativas, que han tendido a "estancarse" en los últimos tres años.
"Ha habido aumentos de costos significativos en la parte energía. A partir de 2013-2014, la primera línea de resultados comenzó a sufrir. Las ventas comenzaron a crecer bastante menos. A partir de 2012 los resultados finales de las compañías han sido desilusionantes respecto de lo que el mercado esperaba. Al final, el que una haya acción suba o baje, depende de que una empresa entrega o no buenos resultados. En la medida que haya confianza de que vienen buenos resultados, los inversionistas se volverán a animar a entrar a la bolsa", comenta Valente.
Larraín coincide, argumentando que si bien el ánimo de los inversionistas respecto a Chile no ha cambiado, tampoco se vislumbra en el horizonte una corrección muy relevante del mercado.
"La bolsa chilena no se ve barata si se compara con Brasil u otras plazas. No creo que haya una nueva corrección a la baja, pero no se ve barato el mercado chileno, a menos que las utilidades de las compañías reboten. Eso todavía no se ve", señala el ex ejecutivo de Drake.
dólar: se ve "difícil" una nueva alza de 40%
El fuerte repunte del dólar en las últimas semanas, que ha escalado a niveles cercanos a $ 700, tiene sorprendido al mercado, debido a varios factores: la rapidez del alza y el hecho de que aún está pendiente un evento que definirá la cotización futura de la divisa, que es la esperada alza de tasas de la Fed de Estados Unidos, lo que debiera ocurrir, presumiblemente, en septiembre.
En Econsult bajan el perfil al comportamiento del tipo de cambio, señalando que si bien el nivel de $ 700 es alto, en términos de variación porcentual el escenario es lejano al de hace dos años.
"Pensar que habrá una nueva alza de 40% del dólar, como la que hemos visto en los últimos dos años, es un poco agresivo. Puede que siga escalando, pero las alzas porcentualmente es difícil que sean tan altas", señala José Ramón Valente, director ejecutivo de la consultora.