El último caso en el que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) se vio cuestionada fue a fines del año pasado. Esto luego de que la Security and Exchange Commission (SEC) diera a conocer la demanda en contra de Juan Bilbao y Tomás Hurtado por eventual uso de información privilegiada antes de que se informara la oferta de CFR por Abbott.
Fueron varias las voces que preguntaron cómo era posible que el regulador en EEUU detectara antes que el local, una operación así; lo que de paso dejó en evidencia lo diferentes que son ambas entidades en términos de atribuciones y procesos de fiscalización.
Ésa es una de las razones por las que la SVS decidió dar a conocer su política de fiscalización, los distintos énfasis que se ponen dependiendo de las empresas, sectores y gobiernos corporativos, además de fortalecer la premisa de detectar de manera temprana eventuales nuevos "escándalos financieros", como los casos La Polar, Cascadas u otros.
Esta política de fiscalización y el balance de los procesos fiscalizadores realizados se irán actualizando anualmente. Así, se espera que en las próximas semanas se den a conocer los lineamientos 2015 y balance 2014, para ser luego ambos informados en los primeros meses de cada año.
Fiscalizar por impacto
El tipo de fiscalización empleada dependerá del impacto relativo que tiene la entidad, industria y actividad. Aquellas con mayor impacto, serán principalmente fiscalizadas mediante auditoría de evaluación de la gestión de riesgos. En el caso de entidades con bajo impacto relativo, serán revisadas principalmente por fiscalizaciones del tipo análisis de información provista al mercado y al regulador, a objeto de destinar mayores recursos al resto de entidades de impacto relativo intermedio. Estas últimas serán fiscalizadas mediante auditorías de cumplimiento normativo y de análisis de la información provista al mercado y al regulador.
Además, se aplica un modelo de supervisión basada en la gestión de riesgos (SBR) que, focalizando la fiscalización en las actividades y entidades de mayor riesgo de incumplimiento e impacto, permita preservar de manera eficiente los principios de esos mercados y la confianza de inversionistas, asegurados y público en general.
Para los emisores
La superintendencia informó que para la planificación y el desarrollo de las auditorías preventivas, "se efectúa un proceso de selección para la identificación de las entidades que representan un mayor nivel de riesgos en relación a los objetivos de supervisión, el que consiste en una metodología que utiliza diferentes elementos cuantitativos y cualitativos".
Los principales elementos son: existencia de situaciones contingentes que hagan presumir que la situación de la entidad no está debidamente reflejada en la información disponible, reputación y comportamiento pasado de la entidad, su controlador o administradores, y calidad de la gestión de riesgos.
Empresas Públicas
En el caso de las empresas del Estado, la SVS sólo se va a centrar "en el control de envío oportuno del 100% de la información financiera (estados financieros de acuerdo a la periodicidad establecida en la normativa vigente y memoria anual)".
Para Televisión Nacional (TVN) y Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), la SVS explica que "ha requerido a las empresas de auditoría externa designadas por las respectivas administraciones para opinar sobre dichos estados financieros, una auditoría anual especial, que es el principal insumo del informe, también anual, que prepara el Servicio, para su remisión a determinadas instituciones del Estado".
Auditoras y clasificadoras de riesgo
Respecto del rol que juegan estas instituciones en el mercado, varias veces han sido cuestionadas por no haber detectado a tiempo ciertos delitos -como por ejemplo fraude en el caso La Polar-.
La SVS define como objetivos "velar por que los procedimientos empleados por las entidades den garantía de la veracidad, suficiencia, oportunidad, exactitud e independencia de las opiniones que emiten respecto de las materias bajo su revisión", además de la idoneidad técnica de quienes participan de los procesos de
revisión de los clientes de las entidades, y dirección y supervisión de tales revisiones, y vigilar que reglamentación interna de las entidades sea adecuadamente transmitida al interior de la entidad y cumplida por su personal. Entre los elementos a fiscalizar están la calidad de gobierno corporativo y gestión de riesgos,Riesgo/ fortaleza reputacional de la entidad, el número de entidades del mercado auditadas o clasificadas por la entidad, observaciones de auditorías SBR pasadas, y el componente cíclico (período desde la última revisión).
Supervisión corredoras
Debido al número de intermediarias de valores que existen actualmente, la SVS toma 10% de los actores del mercado cada año y son incorporados al plan de visitas en terreno que realizan. Para seleccionar la muestra, se consideran: situaciones contingentes nacionales o internacionales, áreas de riesgos a ser revisadas preventivamente y detrimento en la situación financiera de la entidad, entre otros.
A la hora de fiscalizar, se ven los indicadores financieros (liquidez, endeudamiento, cobertura,
patrimonio, rentabilidad), otros relacionados al tipo de negocios y actividades realizadas, de incumplimientos normativos, de participación de mercado, calidad de gobierno corporativo y gestión de riesgos, percepción de riesgo o juicio experto del grupo de fiscalizadores, entre otros. Uno de los objetivos de supervisión definidos es desincentivar malas prácticas comerciales y operativas, que vayan en contra del mejor interés de los clientes, en particular en el proceso de perfilamiento de los clientes y en la resolución de conflictos de interés que enfrenta el intermediario.