China respondió hoy por primera vez de forma directa a las
acusaciones de la multinacional Google desde el 12 de marzo, cuando ésta
aseguró haber sido objeto de ataques por parte de "hackers" del
Gobierno chino, acusación que el Ejecutivo chino considera
"infundado".
Hasta ahora, Pekín había defendido su derecho a hacer uso de la censura en
internet y había pedido a Google y otras multinacionales que se ciñeran a las
regulaciones de la República Popular.
"Los comentarios de Google del 12 de enero no tienen fundamento. China se
opone de manera firme" a esas acusaciones, señaló hoy el portavoz de turno
del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, en rueda de prensa.
El portavoz añadió que "las acusaciones de la implicación del Gobierno
chino son también irresponsables y responden a ulteriores motivos".
Según el portavoz Qin, "China promueve el desarrollo de internet,
administra la red de acuerdo con la ley" y "prohíbe y persigue el
hacking según la ley".
Agregó el portavoz que su administración y "las compañías
internacionales" relevantes están manteniendo una comunicación
"sólida y fluida", aunque no mencionó directamente a la firma
estadounidense.
Qin respondió además a la acusación de la prensa extranjera de que los ataques
provenían de dos escuelas informáticas chinas señalando que "los
portavoces de ambos centros han aclarado que no están involucrados en esos
ataques, por lo que esos informes son totalmente infundados".