Construcción

El principal desafío para la Industria inmobiliaria y construcción ocurriría entre 2021 y 2022

Clasificadora ICR estima que en un plazo de 12 a 18 meses se identificaría con mayor precisión el resultado de las medidas que están llevando a cabo Socovesa, Moller y Pérez-Cotapos, Paz Corp e Ingevec.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Lunes 20 de abril de 2020 a las 08:00 hrs.
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Ante la actual contingencia sanitaria provocada por la propagación del Covid-19, la agencia clasificadora ICR modificó desde Estable a En Observación la tendencia asignada a las clasificaciones de Socovesa, Empresa Constructora Moller y Pérez-Cotapos, Paz Corp e Ingevec.

La firma dijo que la propagación del virus implicó una modificación en las expectativas económicas, con efecto en el sector inmobiliario y construcción, que venía precedentemente afectado por la situación del país asociada al estallido social.

"La paralización de obras producto de las medidas adoptadas por el gobierno central para evitar la propagación del virus ha implicado un desafío para la gestión de liquidez de las empresas de la industria, en un contexto donde las estimaciones realizadas por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) muestran una reducción en la inversión sectorial agregada de 10,5% para 2020", dijo la agencia.

Por lo tanto, proyectó que el entorno actual potenciaría los efectos negativos que identificó en diciembre de 2019, luego de lo ocurrido a partir de octubre. "En particular, las promesas de compraventa de viviendas continuarían contraídas dada la menor actividad comercial, mientras que el lanzamiento de proyectos y la compra de terrenos se aplazaría hacia un período de menor incertidumbre", afirmó.

Dijo que las mayores tasas de desempleo impactarían en los desistimientos de promesas, y los niveles de contratos y adjudicaciones se reducirían, con mayor fuerza en proyectos de edificación. Pese a lo anterior, consideró que debido a la capacidad de las compañías evaluadas para ajustar sus negocios, junto a los saldos de promesas por escriturar y contratos por ejecutar con los que actualmente cuentan, el principal desafío para dichas empresas ocurriría en 2021 y 2022, cuando la menor base de actividad generada en 2020 podría presionar sus resultados.

"Por esto, estimamos que dentro de un plazo de 12 a 18 meses se identificaría con mayor precisión el resultado de las medidas que están llevando a cabo las empresas evaluadas por ICR para hacer frente a un escenario inmobiliario con demanda a la baja, y con una menor ejecución de obras de construcción por el ajuste en el nivel de contratos y adjudicaciones, justificándose de este modo, la asignación de una tendencia En Observación por el momento", sostuvo.

Si bien la modificación del outlook es transversal para las compañías clasificadas, ICR precisó que cada una presenta un grado particular de exposición a los impactos negativos del Covid-19, el cual depende de variables como la diversificación de su negocio, estructura de financiamiento, nivel de liquidez, calidad de indicadores crediticios, entre otros.

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