US$ 1.500 millones es la inversión estimada de la obra.
Seis actores -Transelec, Colbún, Asociación Gremial de Clientes Eléctricos No Regulados (Acenor), Transemel, AES Andes y Bioenergías Forestales- acudieron el 30 de abril al Panel de Expertos, instancia que dirime conflictos del sector eléctrico. ¿La razón? Presentar discrepancias respecto del Informe Técnico Final del Plan de Expansión Anual de la Transmisión 2024 de la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Una de las obras resaltó en las controversias: el proyecto de línea de transmisión HVDC Lo Aguirre-Entre Ríos, cuyo monto de inversión estimado es de US$ 1.500 millones, iniciativa similar a la megalínea Kimal-Lo Aguirre, pero hacia el sur.
Colbún, un actor inesperado en esta discusión, intervino. La eléctrica indicó que el diseño del proyecto no podrá cumplir con los objetivos por los que se promueve, que no es capaz de aliviar totalmente las congestiones del corredor centro-sur y que no aumenta la seguridad del sistema.
Incluso, lo relacionó al apagón. “A la luz de lo acontecido (...) se ha relevado la necesidad de priorizar la implementación de medidas regulatorias que tiendan a promover la seguridad del suministro eléctrico del país. A partir de ese suceso, es recomendable que el proyecto sea evaluado de manera más integral sobre su aporte en seguridad y tener presente esta clase de sucesos, ya que hoy posee una deficiente evaluación en términos económicos y tampoco posee una justificación en términos de aporte a la seguridad del sistema”, se indica. Añade que la CNE busca iniciar un camino que exige una inversión sobre los US$ 1.500 millones, “pero ni siquiera queda claro cuál es su real aporte. Al menos, en materia de seguridad, no lo poseería”.
En síntesis, en Colbún consideran que el proyecto no cumple con los criterios de sostenibilidad, eficiencia y seguridad que necesita el sistema eléctrico para su desarrollo. Para la firma, es aconsejable eliminar el proyecto del plan de expansión 2024 y permitir a la CNE profundizar en el estudio de esta medida.
Acenor también arremetió contra la obra, asegurando que no tiene los estudios técnicos mínimos, dada la magnitud del proyecto, y recomendando que el proyecto no forme parte del plan.
Desde la CNE, consultados, indicaron que “esta postura era previsible, dado que sus discrepancias están alineadas a lo que manifestaron en sus observaciones al ITP 2024. No obstante, ambos interesados plantearon puntos que deberán ser abordados por nuestro equipo y que serán tratados a lo largo de todo el proceso de revisión ante el Panel”.
“El proyecto (...) cumple con todos los análisis necesarios que acreditan su necesidad y contribución a la eficiencia operativa del sistema en este proceso de expansión, en completo cumplimiento del marco legal vigente”, recalcaron.