MOP reactiva proyecto para conectar plantas de Aguas Andinas y Casablanca
Se analiza concesionar esta iniciativa de riego que data de hace cuatro décadas y tendría 180 kilómetros de extensión.
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El impacto de la fuerte sequía que afecta a varios puntos del país, se ha dejado sentir especialmente en la disponibilidad de agua para el riego en la Región de Valparaíso.
La situación ha llegado a tal extremo que incluso llevó al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a desempolvar un proyecto que data de hace cuatro décadas.
Se trata del canal Prosperidad, conducción de 180 kilómetros de extensión, que permitiría trasladar hasta la zona de Casablanca las aguas que se obtienen del tratamiento sanitario en la Región Metropolitana. El objetivo es ayudar a llenar embalses que están ubicados en esa zona y que son vitales para el riego.
La obra, que según estimaciones iniciales actualizadas tendría un costo en torno a los US$ 140 millones, fue concebida en la década del ‘70 por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP y posteriormente suspendida.
Ahora, el plan de la autoridad es impulsar este canal por el expediente de las concesiones. De hecho, en su reunión de agosto, el Consejo de la Dirección de Concesiones del MOP aprobó estudiar la posibilidad de entregar este desarrollo a privados y tarificar su uso.
Un proyecto que revive
En enero del año pasado el MOP y la cartera de Agricultura junto a la Intendencia de Valparaíso, representantes de asociaciones de regantes, así como ejecutivos de Aguas Andinas y Esval, las sanitarias que atienden en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, firmaron un protocolo de acuerdo para desarrollar esta conducción.
El esquema con el que se trabaja es que la obra conecte las plantas de tratamiento de La Farfana o El Trebal de la primera de estas sanitarias, la que aceptó ceder el caudal de 3 metros por segundo requerido entre los meses de junio y septiembre de cada año.
“La reutilización de las aguas recuperadas en nuestras biofactorías es fundamental en un contexto de menor disponibilidad de recursos hídricos. En el caso específico de Casablanca, han pasado años sin poder llenar los tranques y embalses que sostienen la actividad humana y productiva en la zona y estamos muy contentos de poder contribuir a la solución de ese problema”, aseguró el presidente de Aguas Andinas, Guillermo Pickering.
El convenio suscrito establece un período de 18 a 24 meses para actualizar los estudios de factibilidad del canal a la situación actual, para zanjar, entre otras cosas, el trazado definitivo y la planta de tratamiento que será conectada.
Los cálculos de las autoridades apuntan a que la cuenca del valle de Casablanca posee unas 25 mil hectáreas con potencial agrícola, de las cuales en este momento menos de la mitad tiene acceso a riego, mientras que con este canal se podría llegar a unas 15 mil hectáreas.