La Comisión Europea declaró ayer ilegales los acuerdos fiscales a los que la cadena de cafeterías Starbucks y la automotriz Fiat llegaron con Holanda y Luxemburgo, respectivamente. Además, el Ejecutivo comunitario aprovechó el anuncio para realizar una advertencia al resto de gobiernos y compañías de la Unión Europea que incurran en estas prácticas.
El gobierno de Luxemburgo se mostró en desacuerdo con la decisión de Bruselas. “Los pactos fiscales que reducen artificialmente la carga fiscal de una compañía no están alineados con las normas de la UE sobre ayudas de Estado. Son ilegales. Espero que, con la decisión de hoy, este mensaje sea escuchado tanto por los estados miembros como por las compañías. Todas las empresas, grandes o pequeñas, multinacionales o no, deben pagar su parte justa de impuestos”, advirtió Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la UE, citada por Expansión. “Si hay más indicios de que no se están cumpliendo las reglas, podría haber más casos”.
Bruselas obligará a ambas multinacionales a abonar los impuestos no pagados durante años. En una decisión poco habitual en estos casos, el Ejecutivo comunitario ofreció una cifra aproximada de las cantidades a recuperar, de entre 20 millones y 30 millones de euros por compañía, aunque especificó que son los gobiernos quienes deben calcular la cifra exacta.