Intel, el fabricante de chips que busca recuperarse bajo la dirección de Lip-Bu Tan, presentó un pronóstico débil para el trimestre en curso y anunció que está recortando personal para alinear los costos con el menor tamaño de la empresa.
Los ingresos del segundo trimestre se situarán entre US$ 11.200 millones y US$ 12.400 millones, según informó la compañía en un comunicado este jueves. Esta cifra se situó muy por debajo de la estimación promedio de los analistas, de US$ 12.900 millones, lo que provocó una caída de las acciones de más de 6% en las últimas operaciones.
Pese a las estimaciones, Tan aseguró que espera dejar marcada rápidamente su huella en Intel y revitalizar una cultura que, en su opinión, se ha vuelto demasiado burocrática. Su plan de reducción de costos implicará la "eliminación de niveles de gestión" para permitir la toma de decisiones más rápida, según Intel.
La compañía aún no tiene una estimación de los gastos extraordinarios asociados con los recortes, pero espera que los costos operativos se reduzcan a aproximadamente US$ 17 mil millones este año y US$ 16 mil millones en 2026. Bloomberg News informó esta semana que Intel planea recortar su plantilla en más de 20%.
Cambio de mando
El informe de resultados es el primero bajo el liderazgo de Tan, un veterano de la industria de chips que asumió el cargo el mes pasado. La junta directiva lo contrató después de que su predecesor, Pat Gelsinger, tuviera dificultades para restablecer la competitividad de los productos de Intel. Fue destituido a finales del año pasado después de que la caída de las ventas y el aumento de los números rojos condenaran al fracaso su intento de resurgimiento.
Un punto positivo para Intel fue que las ventas del primer trimestre alcanzaron los US$ 12.700 millones, superando las previsiones. El fabricante de chips sigue el camino de Texas Instruments al obtener una facturación más sólida de lo que los analistas habían proyectado. Sin embargo, su débil pronóstico sugiere que el repunte de la demanda fue solo un incidente puntual, impulsado, al menos en parte, por una avalancha de pedidos ante la inminente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, China y otros países.
"El entorno macroeconómico actual está generando una gran incertidumbre en toda la industria, lo cual se refleja en nuestras perspectivas", declaró David Zinsner, director financiero de Intel. "Estamos adoptando un enfoque disciplinado y prudente para respaldar la inversión continua en nuestros productos principales y negocios de fundición, a la vez que maximizamos el ahorro de costes operativos y la eficiencia del capital".
Zinsner afirmó que actualmente no dispone de una estimación de la magnitud de la reducción de plantilla.