Tesla Motors, el fabricante de autos eléctricos de lujo, rebajó su oferta por el productor de paneles solares Solar City en US$ 300 millones a US$ 2.600 millones.
La operación era impulsada por Elon Musk, el accionista controlador de ambas compañías, pero había sido rechazada por los minoritarios de Tesla, que consideraban que el gurú de las nuevas tecnologías estaba pagando un sobreprecio a expensas de ellos.
Al nuevo valor, sin embargo, los inversionistas más pequeños levantaron sus objeciones y dieron su respaldo a la operación. Al anunciar el acuerdo, Musk manifestó que Tesla espera lograr ahorros “significativos” por US$ 150 millones en el primer año, y “mejoras dramáticas” en la eficiencia del proceso de manufactura como resultado de la integración, en la que dicha empresa tendrá el 93,5% del total de la compañía resultante, mientras que SolarCity será dueña del 6,5% restante.
El anuncio generó caídas en el valor de las acciones de ambas compañías en el inicio de las operaciones de ayer. Los papeles de SolarCity llegaron a caer 4,9% hasta US$ 25,38 en Nueva York. En el caso de Tesla, la baja llegó a ser de 0,6% hasta US$ 233,29 por acción.
La variación también se vio influenciada por las expectativas de crecimiento de la empresa de energía solar, que ayer rebajó por segunda vez su previsión de ganancias para 2016, dejando entrever que los índices de instalación de paneles que fabrica se están desacelerando.
Empresas hermanas
Musk, quien preside los directorios de ambas empresas, debe ahora convencer a los accionistas de SolarCity de aceptar la nueva oferta, al tiempo que asegura al resto de los accionistas de Tesla de que la compañía es capaz de comprar y sostener la primera y, al mismo tiempo, financiar la producción de nuevos vehículos. El acuerdo debería ser aprobado por ambos directorios en el cuarto trimestre de este año.
De concretarse, la fusión terminaría de unir a dos empresas que ya comparten vínculos importantes en cuanto a los miembros de sus directorios y generaría una red dedicada a lo que Musk ha definido como “innovación energética” que permitirá, por ejemplo, que baterías cargadas en hogares con paneles de SolarCity puedan usarse en vehículos eléctricos Tesla.
“El objetivo de la fusión es remover los conflictos de interés”, señaló Musk en una conferencia telefónica ayer. Agregó que la operación generará oportunidades de mercado para ambas empresas.