La mayoría de las automotrices en EEUU reportaron ayer ventas de vehículos para julio por debajo de las estimaciones de los analistas, reforzando las preocupaciones de que el mercado podría haber tocado techo con el récord alcanzado el año pasado.
Los resultados fueron mixtos, con caídas en General Motors, Ford y Toyota, y pequeñas ganancias para Nissan y Fiat Chrysler. Honda fue una rara excepción que sorprendió a los expertos con un aumento de las ventas de 4,4% en lugar de una baja del 0,4% como se había previsto.
Para la totalidad de la industria, las ventas crecieron 0,7% a una tasa mensual ajustada estacionalmente de 17,9 millones de unidades, por sobre los 17,6 millones que proyectaban los analistas.
Sin embargo, eso no fue consuelo para los inversionistras, que vieron las acciones de los mayores fabricantes retroceder cerca de 4%.
Los reportes indican que la demanda está comenzando a caer y las autormotrices proyectan un estancamiento de las ventas tras el crecimiento robusto que venía impulsando a la economía estadounidense.
Ford dijo la semana pasada que no veía expansión cercana, tras un alza de seis años consecutivos a un récord de ventas de 17,5 millones el año pasado. “Han sido seis años de crecimiento sin precedentes y esto tenía que llegar a su fin”, dijo Michelle Krebs, analista senior de investigación en AutoTrader. “La gran pregunta es: ¿qué tan bajo va a caer y qué tan larga será la caída?”.
Las automotrices han respondido con descuentos de hasta 13% en promedio.
Difícil acceso
La accesibilidad se ha convertido en el mayor impedimento para la compra de nuevos vehículos, de acuerdo a la última encuesta de AutoTrader. Su filial Kelley Blue Book dijo ayer que el precio promedio de los autos nuevos aumentó 2,5% el mes pasado, hasta US$ 34.264. “Las personas que podían comprar un auto, lo hacían”, dijo Krebs. “Con el estancamiento de los salarios y el alza en los precios de las cosas, incluyendo los autos, hay muchas exigencias para un ingreso familiar que no está creciendo”.
