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REGÍSTRATE AQUÍdiputado y presidente del partido comunista:
Por: Equipo DF
Publicado: Sábado 18 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
Guillermo Teillier es el rostro del Partido Comunista tras la muerte en 2005 de Gladys Marín. Después de dirigir el aparato militar de su colectividad en los 80, el año pasado y por primera vez desde 1990, su fuerza política tiene presencia en el Congreso. Fue elegido diputado -junto a Lautaro Carmona y Hugo Gutiérrez- gracias a un pacto instrumental con la Concertación. Acaba de presidir el XXIV Congreso que el partido organizó en el Caupolicán, el cual reunió a 15 partidos comunistas del mundo y que tuvo como invitado especial al presidente de la Democracia Cristiana.
Sorprenden algunos de sus planteamientos. “Creo, nos dice, que el modelo único y universal que alguna vez inspiró nuestro partido para la época que se vivía a lo mejor era lo justo. Hoy la realidad y la experiencia nos dicen otra cosa. Y un partido que no aprende de su experiencia no puede ser un partido comunista”.
Caballeroso y puntual, nos recibe en la sede de Vicuña Mackenna para conversar sobre el momento político actual.
-¿Están cómodas las bases de tu partido con este acercamiento a la DC?
-Ha habido más de alguna incomodidad, pero este ha sido un proceso que finalmente es positivo para el partido. No hemos cambiado nuestros principios ni forma de ser, mantenemos nuestra independencia y no hemos sido absorbidos por ningún otro conglomerado. Hubo mucho militante que pensaba que los dirigentes los iban a llevar a meterse a la Concertación, pero ya todos se han dado cuenta que no es así. De hecho, en este último Congreso hubo un respaldo mayoritario de la política que estamos llevando adelante. En el Caupolicán, si hubiera sido tan grande el malestar no sólo habrían pifiado a Ignacio Walker sino también a nosotros, y si muchos no lo hicieron, aunque tuvieron ganas, fue porque comprenden el momento político.
-¿Cómo se gestó este acercamiento?
-En estos dos o tres últimos años hemos ido forjando una relación con la DC que ha pasado por los pactos por omisión para la elección municipal y el pacto instrumental para la elección parlamentaria y que tuvo sus inicios en una reunión que hicimos en aquel tiempo ambas directivas y que se complementó con reuniones sobre asuntos sectoriales en que profesionales y dirigentes de ambos lados, conversaron sobre temas específicos para buscar si habían coincidencias, cuáles eran éstas, qué nos separaba, etc. El saldo fue positivo.
-¿Y cuál es la situación hoy?
-La situación es muy clara. Los electores tanto de la Concertación como del Juntos Podemos e, incluso, los de ME-O y otros movimientos, exigen fuertemente que nos unamos. Si pensamos ser alternativa a la derecha -como lo ha declarado cada uno de los partidos de la Concertación y nosotros-, tenemos que estar juntos. Es imposible que ninguno de estos sectores derrote por separado a la derecha. Entonces, es casi una obligación llegar a acuerdos.
-¿Cómo pretenden equilibrar posiciones ideológicas tan distantes y antagónicas como son las del PC y la DC?
-Cuando nosotros en la segunda vuelta presidencial acordamos votar por Frei, lo hicimos en base a un protocolo de 12 puntos, donde, por supuesto, estaba de acuerdo la DC. Fue suscrito por el comando de Frei y los representantes de todos los partidos. Entonces, no es tan difícil llegar a acuerdo. Ahora, es verdad que hemos tenido diferencias, pero me da la impresión que ello correspondía a una línea de acción de los tiempos de la Guerra Fría. Ambos partidos -aunque hayamos tenido diferentes posiciones frente al gobierno de Allende- fuimos víctimas de esa Guerra Fría y después terminamos unidos frente a la dictadura.
-¿Cuál es el objetivo de fondo de esta convergencia hacia la DC?
-Buscar una fórmula de desarrollo para el país, con más equidad, igualdad, más democracia y justicia social. Eso es finalmente lo que va a terminar por unirnos. Todos los partidos, tanto de la Concertación como nosotros, tenemos una mirada diferente a la que tiene la derecha. La derecha ya está llevando a su clímax todo este modelo de las privatizaciones, de flexibilización laboral, baja de salarios, etc. Incluso creo que van a presentar un proyecto en esa línea y tengo el temor que se apruebe…
-¿Ha izquierdizado su discurso la DC en el último tiempo?
-Es que yo no sé si más, porque si miramos a la DC históricamente, si comparamos los programas de Allende y Tomic, la verdad es que eran muy parecidos, casi lo mismo. Además, si se leen las conclusiones del Congreso Programático que hicieron hace dos años, son muy parecidas a las nuestras… Entonces no sé quién es más de izquierda, o a qué llamar más de izquierda...
-Pero la DC fue acérrima opositora al gobierno de la UP. ¿Se renovó el PC?
-Creo que no es problema de renovarse, sino que ambos, la DC y el PC, estamos volviendo a nuestras raíces.
-¿En qué sentido?
-En el camino tortuoso de buscar el poder y tener la hegemonía en un país, se deforman los partidos, las ideas, los principios. Vivimos esa experiencia y creo que se puede contribuir mucho mejor al desarrollo del país con la madurez que da esa experiencia. Es mucho mejor que entre la DC y nosotros, exista un acercamiento a que exista un distanciamiento. ¿Por qué? Porque si nosotros no queremos que ocurran cosas como las que ocurrieron en 1973 nunca más, es mucho mejor que actuemos unidos, que tengamos diálogo, y ojalá lleguemos a acuerdo ahora para conformar esta convergencia de fuerzas.
-¿Bajo qué modelo? ¿El cubano?
-El que concibamos y construyamos nosotros, porque yo no tengo por qué conciliar con Cuba. Esa es una equivocación de la gente, que piensa que estamos siguiendo modelos. Es diferente Cuba de Vietnam, Vietnam de China, Brasil, donde los comunistas también están en el gobierno, etc. Tenemos formas distintas de concebir la construcción del socialismo. Tenemos sí una teoría que es el marxismo, que es un referente muy importante, nos guiamos por él y, bueno, hoy todo el mundo estudia a Marx y desde el punto de vista económico, está de moda. Pero, la aplicación es la difícil.
-Y ¿qué hacer con el modelo económico de libre mercado que nos rige?
-Mi punto más crítico es la distribución de la riqueza y el que dejemos que se lleven tantas utilidades las transnacionales. Eso no lo permite ningún otro Estado. En el tema del desarrollo productivo e industrial, que está muy atrasado respecto a otros países, me parece que hay que devolverle al Estado la capacidad del emprendimiento. Porque fue el Estado el que industrializó a Chile en los 40. Hay que aprender, sin embargo, que el Estado no puede tener pérdidas, salvo que sea en temas como el Transantiago, donde tiene que ponerse. Lo que no me explico es por qué tiene que pagarle a empresas privadas, siendo que lo puede administrar tan bien como el metro.
-¿Crearán un nuevo referente con los partidos de la Concertación?
-No lo veo todavía. Creo que va a seguir subsistiendo la Concertación, a lo mejor cambian de nombre, lo que quieran, no sé…pero va a seguir el Juntos Podemos, el MAS y el PRO. El tema de hoy está en que logremos converger todos. Si va a surgir algo nuevo, habrá que verlo, yo no podría adelantarme a eso.
-¿Qué estaría faltando?
-Que encontremos los elementos con los que estemos todos de acuerdo y eso es lo que se acordó esta semana: formar una comisión para ir en la búsqueda de eso.
-¿Y el objetivo?
-Llegar al gobierno... y nos tendremos que poner de acuerdo. ¿Pero por qué tenemos que estar dentro de la Concertación? Creo que ésa es una base falsa. Hay que tener en cuenta la diversidad de pensamiento y no pensar las cosas en bloque. Hemos visto cómo dentro de la propia Concertación se han producido diferencias. La crisis que hoy viven es porque una parte de ella no votó por la Concertación, votó por ME-O.
-En esa división, ¿el PC está más cercano a las propuestas de Girardi?
-Yo voy a conversar para efectos de las convergencias y de los acuerdos, con las directivas de los partidos. Eso no me impide que tenga reuniones bilaterales con parlamentarios, con dirigentes sociales, con quién sea. Pero lo que vale es el acuerdo que debemos tomar por los partidos.
-¿Y en cuanto a las municipales?
-Ya estamos nombrando nuestros candidatos en todas las comunas. Si hay algún acuerdo después, nosotros vamos a estar preparados para cualquier cosa, para que exista acuerdo o para que no exista. Si no hay, veremos con el Juntos Podemos y con las fuerzas que quieran ir con nosotros.
“Nunca hemos sido violentos”
-¿Hay alguna autocrítica del partido al uso de la violencia?
-Es que nunca hemos sido violentos. A nosotros nos obligaron. Cuando vino el golpe, se nos declaró la guerra, una guerra contra un partido que no tenía ni armas, que teníamos una actitud absolutamente pacífica y nos empiezan a matar gente, a desaparecerlas, a torturarlas. Teníamos que responder de alguna manera, apelamos al derecho de rebelión.
-¿Y ahora?
-Terminó eso y volvimos a nuestro cauce. Siempre hay un peligro latente pues hemos aprendido, por esta amarga experiencia, que la fuerza de la violencia se usa en política también. Nosotros por lo menos tenemos que desarrollar una capacidad para estar preparados, no que tengamos un ejército o armas, sino que conscientemente saber que eso puede ocurrir. No podemos alegar después o que nos pille desprevenidos como en el golpe, o pensando ingenuamente que eso no iba a ocurrir. Pero no preconizamos la violencia, menos el terrorismo. Nunca hemos sido terroristas y si uno revisa la historia de Chile, no tenemos una actitud terrorista. Después, claro, quedaron resabios de la lucha contra la dictadura, pero ahí hubo separaciones dolorosas, diferencias, pero eso es otra cosa. Pero el partido en su política, no es un partido terrorista, nunca lo ha sido.
-¿Niegas los vínculos entre el PC y las FARC?
-Absolutamente. De lo que se nos ha a acusado, es que hemos sido vínculo del terrorismo de las FARC con el “terrorismo” que hay en La Araucanía, que sería el pueblo mapuche. Todo eso se ha ido desvirtuando. El propio gobierno tuvo que enviar un proyecto de reforma a la ley antiterrorista, porque se veía que ahí había habido un abuso y que esto era un montaje expresamente dirigido al pueblo mapuche y de rebote contra nosotros. Yo he estado abierto a permitir que hasta me desaforen para que investiguen, pero no lo harán porque saben que no van a encontrar nada.
-¿Qué sucede con el caso Olate?
-Es un militante que ha planteado un movimiento bolivariano, que lleva más allá la solidaridad con el pueblo colombiano, en busca de la paz, un acuerdo entre las partes, con intercambio de prisioneros…Ojalá se llegara a una salida política, lo que es muy difícil, pero, si no luchamos por eso, ¿por qué otra cosa podemos luchar? No queremos que lo que está ocurriendo en Colombia, ocurra en Chile y si queremos buscar una salida para Colombia, es ésa, no otra. Esa ha sido nuestra posición de años. Históricamente tuvimos relación con las FARC, pero no era que nosotros estuviéramos allá o ellos aquí. Cada uno tuvo sus procesos separados y además por las circunstancias que nos tocó vivir, era muy difícil tener una relación física.
Nota al gobierno: un 4
-¿Hay una nueva derecha?
-Hay una derecha que trata de ser nueva… pero creo que hay una pugna. Hay gente que se arrepiente de lo que pasó. Sinceramente sienten peso de conciencia. He conversado con muchos y sé que es así. Pero, hay otros que no se arrepienten para nada. El gobierno trata de mostrar una cara diferente a lo que ha sido la derecha y el presidente lo ha dicho en sus discursos. Sin embargo, dentro existe un sector que es la derecha de siempre.
-¿Qué nota le pones al gobierno?
-Ahora un 4, no más.
-Pensé que sería reprobado…
-Un tema en el cual el gobierno actuó bien, fue el rescate de los mineros. Hay que reconocerlo. Pero también ese accidente dejó al descubierto la situación de los trabajadores y nadie dice que los responsables de que este sistema se sostenga, son los mismos que están gobernando. En otras materias, el gobierno ha actuado con inteligencia…
-¿Por ejemplo?
-Enviado proyectos que la Concertación nunca envió. Claro, que al leer la letra chica, uno se da cuenta que quedan las cosas más o menos igual. Es el caso de la reforma a la ley antiterrorista o el royalty…Pero, al menos lo hizo, buscó recursos, lo que la Concertación no se atrevió. Ha sido hábil también en política internacional con esta especie de mercado común del Pacífico con Perú, Colombia. Ha tratado de poner orden en algunas cosas, pero se les ha ido escapando por el tema de los despidos, la falta de iniciativa, el retraso en la reconstrucción, la entrega de subsidios y no han cumplido con el descuento del 7% a los pensionados.