En medio de sus preocupacones por la deflación, el Banco Central Europeo anunció esta mañana que decidió recortar la tasa de interés a 0,05%, sorprendiendo a la mayoría de los expertos cuyas proyecciones apuntaba a que la entidad la iba a situar en 0,15%.
La entidad dirigida por Mario Drgahi anunció además que bajó a -0,2% la tasa de interés sobre los depósitos y a 0,3% la tasa sobre los préstamos marginales.
El diario español Expansión consignó que, con la rebaja de la facilidad de depósito, Draghi presiona todavía más a la banca para liberar el dinero que mantienen depositado en la institución (actualmente 23.950 millones y un exceso de reservas superior a los 100.000 millones).
En las últimas semanas, la intervención de Draghi en la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole había desatado las especulaciones con discursos que dejaban entrever nuevas acciones de política monetaria.
En concreto, Draghi se refirió a "descensos significativos" de las expectativas de inflación de los mercados financieros y a un incremento de los tipos reales a corto y medio plazo.
Sin embargo, entidades como Deutsche Bank señalaban ayer que el BCE ha llegado al límite de sus posibilides para estimular el crecimiento económico y exigían centrarse en aplicar reformas estructurales.
Ahora, los mercados estarán muy pendientes de la conferencia de prensa de Draghi, sobre todo después de que Reuters haya asegurado que en la reunión se ha debatido lanzar un programa de compra de bonos y de valores respaldados por activos (ABS) por importe de hasta 500.000 millones de euros.