Banco Mundial recorta por tercera vez su pronóstico para PIB de Chile en 2016 y 2017
Baja actividad económica de emergentes repercute en expansión mundial que también cae 0,5 punto a 2,4% este año.
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El Banco Mundial (BM) ajustó ayer a la baja su previsión de crecimiento tanto para Chile como para el mundo en 2016, ante lo que considera es el decepcionante desempeño de las grandes economías emergentes como Brasil, además de los bajos precios de las materias primas y del aumento de las divergencias en las condiciones económicas entre los países exportadores de commodities y los importadores.
De acuerdo al informe de Perspectivas Económicas Mundiales, la economía global crecerá 2,4%, lo que supone una baja de cinco décimas frente a las proyecciones del último reporte publicado en enero. Para 2017, el crecimiento será de 2,8% debajo del cálculo de 3,1% proyectado hace seis meses.
Chile en declive
Por tercera vez consecutiva, el BM ajustó a la baja el crecimiento de Chile. El desempeño de la nación será menor al promedio mundial al registrar un crecimiento de 1,9% durante este año, frente al 2,4% pronosticado en enero. En tanto para 2017 el ente rector pronosticó que el PIB se expandirá 2,1%, por debajo del 2,9% anticipado en el reporte anterior.
Según la entidad, Chile ha sido citado como un ejemplo exitoso al poder aislar los ingresos por materias primas de las consideraciones políticas en sus prácticas relacionadas con la minería del cobre. Sin embargo, como “el mayor productor de cobre del mundo, ha suspendido o reducido su producción en un gran número de minas, lo que ha desacelerado el crecimiento económico al menos en el corto plazo”, señaló el texto.
“En contraste, debido a las altas leyes de mineral y los bajos costos de la energía y del agua, la producción del cobre ha surgido en Perú, con la reciente apertura de la mina Las Bambas y la expansión de otras ya existentes, más allá de los bajos precios del metal. La capacidad se expandirá en el mediano plazo con las inversiones en nuevas minas y posteriores desarrollos de las actuales, subiendo las perspectivas a corto plazo para esa nación”, apuntó el BM.
En tanto, considera que una vez que los precios de los commodities se estabilicen, los fundamentos económicos en general apuntan al crecimiento en Chile, y también en Colombia y Perú. Sin embargo, las perspectivas para estos tres países enfrentarán el peso de condiciones monetarias internas relativamente restrictivas en medio de tasas de inflación elevadas y reducción de ingresos fiscales.
Pronóstico para la región
El BM espera que América Latina y el Caribe sufra, por segundo año consecutivo, una contracción en 2016, la primera doble caída en más de 30 años. Proyecta que la actividad económica de la región sufra un descenso de 1,3% este año, por debajo de la contracción de 0,7% del año pasado y 1,3 punto menor a lo estimado hace seis meses.
Los retos internos en Brasil y Venezuela, así como el ajuste macroeconómico en curso en Argentina, tienen peso sobre el crecimiento. El decepcionante desempeño de 2016 también refleja la prolongada caída de los precios de las materias primas y el descenso de los precios del petróleo que tiene consecuencias en los países exportadores (Colombia, Ecuador y Venezuela).
Sin embargo, con los costos de los metales y productos agrícolas también en declive, la mayoría de las economías se verán afectadas por el deterioro en términos de comercio, reducción de exportaciones e ingresos fiscales, y una débil inversión especialmente en el sector de materias primas (Bolivia, Chile y Perú).
El BM también ajustó sus estimaciones para EEUU, que crecerá 1,9% en 2016, lo que se traduce en un recorte de ocho décimas. En 2017, la mayor potencia económica del mundo se expandirá a un ritmo de 2,2% frente al 2,4% del cálculo anterior.
Para China no hay mayores cambios ya que mantiene el cálculo de una expansión del PIB de 6,7% este año y 6,5% en 2017.
"La inversión en infraestructura es clave para el crecimiento"
- ¿Cuáles son los supuestos tras la baja en la proyección de Chile?
- La caída considerable en los precios de las materias primas a niveles menores a lo esperábamos en el reporte anterior. Pero esperamos que esa baja se va a estabilizar. El precio de las materias primas es uno de los principales riesgos a nuestro pronóstico.
- ¿Por qué en el caso de Chile baja la proyección mientras para Perú sube?
- Por los menores costos de la energía en Perú y otros insumos en la industria minera en Perú.
- ¿Eso ilustra a juicio del Banco Mundial la necesidad de que para recuperar el crecimiento se necesita invertir en infraestructura?
- Eso es clave para todos los países exportadores de materias primas. Ahora pronosticamos un crecimiento para los países emergentes en 2016 de 3,5%, seis puntos menos que en enero, y esto se debe sobre todo a la caída en los países exportadores de materias primas. Este grupo va a crecer 0,4%, versus el 5,8% de los importadores de materias primas. Esta divergencia afecta no sólo el crecimiento sino también el margen para aplicar políticas monetarias y fiscales contracíclicas para confrontar shocks adicionales adversos. En los países exportadores de materias primas este espacio es bastante limitado y con una mayor caída de las materias primas podría desaparecer completamente.
Eso refuerza la necesidad de proseguir con políticas estructurales, como la inversión en infraestructura.
- ¿Ve una divergencia en los caminos de crecimiento de Perú y Chile?
- No. La ligera desaceleración que va a registrar Chile este año es transitoria y no anticipamos una aceleración de la economía peruana.
- El informe advierte sobre el panorama monetario y fiscal de Chile...
- Si hubiera una menor demanda de metales eso podría generar menores ingresos fiscales y menor espacio para políticas fiscales. Por otro lado, si en los mercados se produce un ajuste brusco sobre las perspectivas de alzas en las tasas de interés de la Reserva Federal de EEUU eso podría provocar una mayor depreciación del peso chileno, lo cual llevaría a mayores precios para importaciones y aumento de la inflación y reduciría aún más la posibilidad de que Chile pueda ejercer políticas monetarias contracíclicas. Pero repito, ese no es nuestro escenario base.