El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará a Hiroshima a finales de este mes, convirtiéndose así en el primer jefe de Estado de su país que, en ejercicio, visita la ciudad japonesa donde se lanzó la primera bomba atómica de la historia, hace siete décadas, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
El anuncio lo hizo ayer la Casa Blanca a través de un comunicado en el que se detalló que el viaje tendrá lugar el 27 de mayo, en compañía del primer ministro japonés Shinzo Abe, con quien se “pondrá de relieve el compromiso continuo con la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares”.
Sin embargo, Obama “no revisará la decisión de usar la bomba atómica”, sino que “ofrecerá una visión de futuro”, según adelantó el asesor adjunto de Seguridad Nacional de EEUU, Ben Rhodes.
La visita de Obama se enmarca en la gira que realizará entre el 20 y 28 de mayo a la nación nipona para asistir a la cumbre del G7, y también a Vietnam, en su décimo periplo por una región que ha desempeñado un papel importante en su denominada política del “eje asiático”, que busca contener la influencia de China.
Según la más reciente encuesta realizada por la cadena de televisión pública japonesa NHK, un 70% de la población está de acuerdo con la llegada de Obama a la ciudad.
Ofensiva diplomática
En abril, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y la embajadora de su país en Japón, Caroline Kennedy, también rindieron homenaje en la misma ciudad a las víctimas causadas por el lanzamiento nuclear hace 71 años, siendo las primeras conmemoraciones de altos cargos de Washington a los fallecidos.
Hiroshima fue el objetivo del primer bombardeo atómico de la historia, llevado a cabo por aviones estadounidenses el 6 de agosto de 1945, cobrando la vida de al menos 140 mil personas.
Tres días después, hubo otro lanzamiento en Nagasaki, que provocó la rendición de Japón y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.