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Publicado: Martes 19 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
Un agitado comienzo tuvo ayer la Convención Nacional Republicana para nominar al candidato presidencial del partido, con los detractores de Donald Trump haciendo un último y desesperado intento por frenar su designación. En una caótica escena un grupo de delegados anti Trump manifestó su ruidoso rechazo, pero fueron ignorados por los oficiales del partido.
El grupo de delegados rebeldes pretendía presionar por un cambio a las reglas internas sobre la nominación pero un puñado de representantes cedió a la presión de sus líderes de partido y las reglas fueron ratificadas sin modificaciones.
El resultado terminó de despejar el camino para Trump, que llegó ayer por la tarde a Cleveland para aceptar esta semana la nominación.
Pese a la derrota de sus detractores, el partido se mantiene ampliamente dividido respecto de su figura. Paul Manafort, el principal asesor del magnate, lanzó una dura acusación al ex contendor por la nominación y gobernador de Cleveland John Kasich, quien no asistió al evento, calificando su decisión como una vergüenza.
El ex nominado Mitt Romney también rechazó asistir manifestando sus preocupaciones sobre el tono y posiciones extremas de Trump en materias como la inmigración.
La jornada inicial de la Convención tuvo como protagonista a la esposa de Trump, Melania, quien dirigió el principal discurso de la noche.
El gerente general de la OTIC de la Cámara Chilena de la Construcción analizó los débiles indicadores referidos al trabajo y apuntó a la necesidad de mirar la brecha formativa de los jóvenes para revertir las cifras de desempleo.