El gasto del consumidor en Estados Unidos aumentó más de lo esperado en el mes de junio, debido a que las familias compraron bienes y servicios variados, lo que muestra una fortaleza subyacente de cara al tercer trimestre.
El indicador, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, se incrementó un 0,4% en junio, luego de un avance similar en mayo, según reportó ayer el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Al ser ajustado por inflación, el índice subió un 0,3%, tras un alza de 0,2% en mayo.
En tanto, los ingresos aumentaron un 0,2%, menos de lo estimado, mientras que la tasa de ahorro se redujo a un mínimo de más de un año.
El dato de junio fue incluido en el reporte sobre Producto Interno Bruto (PIB) de EEUU en el segundo trimestre, que mostró que el gasto del consumidor avanzó a una tasa anual de 4,2%, la más alta en casi dos años.
Ese aumento representó casi todo el ritmo de crecimiento de la economía de un 1,2% durante el período.
Economistas dijeron que esto, junto a un débil gasto empresarial y el débil ritmo de crecimiento económico del segundo trimestre, podría alentar a la Reserva Federal (Fed) a mantener por un tiempo las tasas de interés en los actuales bajos niveles.
Además, expertos indicaron que aunque el robusto ritmo del gasto del consumidor probablemente no se sustente, son optimistas en que se mantendrá firme.
