Ser proclamado como la persona del año de Time no fue lo único que consiguió el movimiento #MeToo, un grupo de mujeres que cuentan sus historias de abuso sexual. Ahora, puede ser la plataforma que llevó al poder a la próxima presidenta de Estados Unidos. Tras el discurso de Oprah Winfrey -la presentadora estadounidense y la mujer afroamericana más rica de EEUU- en los Globos de Oro llamando a poner fin a la desigualdad de género, miles de personas han expresado su apoyo a una eventual candidatura demócrata para desafiar a Donald Trump en 2020.
El hashtag #Oprah2020 se convirtió en uno de los más populares después de que la magnate de los medios, al recibir el Premio Cecil B. DeMille por su trayectoria, exigiera justicia para las mujeres en una cultura “quebrantada por hombres brutalmente poderosos”.
Pero el año pasado, cuando el escándalo de Harvey Weinstein -productor de películas acusado de múltiples abusos- hizo salir a la luz una red de abusos en todo Hollywood, no fue la primera vez en que la periodista, empresaria y filántropa de 63 años levantó la voz por una causa.
De la pobreza al estrellato
Hija de una madre soltera, Oprah nació en un pequeño pueblo de Kosciusko, en Mississippi. Fue criada por su abuela en condiciones de tal pobreza que por su ropa, fabricada de sacos de papas, recibió el apodo de “niña saco”. Desde que tenía nueve años, fue abusada sexualmente por sus familiares. A los catorce, quedó embarazada, pero perdió a la guagua.
Su vida cambió cuando se fue a vivir con su padre a Tennessee. Allí empezó su carrera periodística, prácticamente por accidente, cuando asistó a una radio local como ganadora de un concurso de belleza y, después de leer las noticias, a modo de broma, recibió una oferta inmediata de trabajo.
Su show, The Oprah Winfrey Show, fue el que la llevó a la cima del estrellato: el programa de entrevistas que debutó en 1986 y terminó un cuarto de siglo después fue el más visto en la historia, mientras que Oprah capitalizó su popularidad y se convirtió en la dueña de un imperio mediático con un canal de televisión por cable, Oprah Winfrey Network, una revista, una radio y un estudio cinematográfico.
Éxito total
Hoy está convertida en una empresaria con una fortuna avaluada en más de US$ 3 mil millones, que participa en varias actividades filantrópicas. Compartiendo sus experiencias, impulsó una ley que protege a los niños al crear una base de datos de personas condenadas por abusos contra menores, promulgada por el presidente Bill Clinton y bautizada como la “Ley Oprah”. En 2007, fundó la Academia de Liderazgo para Niñas Oprah Winfrey en Sudáfrica, un internado cerca de Johannesburgo donde educa a las niñas pobres de varias regiones del país.
Oprah, que durante gran parte de su vida ha luchado con el sobrepeso, también usa su popularidad en redes sociales –con 12 millones de seguidores en Instagram y más de 41 millones en Twitter- para promover la alimentación saludable.
Es autora de libro “Comida, Salud y Felicidad” y es embajadora de Weight Watchers, una empresa que ayuda a las personas a controlar su peso. En 2015, compró un 10% de las acciones de la compañía, lo que hizo que el valor de los papeles se casi duplicara desde el anuncio y multiplicara su valor por ocho desde entonces.
Con más de diez premios Emmy, un Oscar por trabajo humanitario y una Medalla Presidencial de la Libertad (la condecoración civil más alta de EEUU), Oprah encabezó durante varios años los ranking de celebridades más poderosas y personas más influyentes.
No ha estado alejada de la política tampoco: en 2008 jugó un rol decisivo en la victoria de Barack Obama sobre Hillary Clinton en las primarias demócratas, consiguiéndole -según un estudio de la Universidad de Maryland- casi 1 millón de votos.
Episodios controvertidos
Hasta ahora, la famosa presentadora se ha negado confirmar si considera postular a la presidencia, mientras que las personas cercanas a ella filtran a los medios que “está intrigada” con esa posibilidad.
Lo cierto es que su candidatura ya tiene el respaldo de las máximas estrellas de Hollywood. “Quiero que ella se presente a presidenta. No creo que ella tuviera ninguna intención. Pero ahora no tiene opción”, dijo Meryl Streep.
Pero mientras los expertos advierten que con su postulación la política estadounidense se convertirá en un show de los famosos -ante la posibilidad de una reelección de Trump- Oprah tiene varios episodios controvertidos en su pasado que pueden quitarle el apoyo.
Así, después de su discurso del domingo, fue acusada de cubrir los acosos sexuales, por su cercana amistad con Weinstein. El mismo productor –cuya película, El mayordomo de la Casa Blanca, fue coprotagonizada por Oprah- aseguró que la presentadora le ofreció apoyo tras el escándalo.
Años antes, una profesora de su Academia sudafricana fue demandada por varios casos de abusos contra menores, acusaciones que terminaron en nada.