Trump promete cerrar fronteras a musulmanes y Clinton pide control de armas
Atentado de Orlando, que dejó 49 víctimas fatales y 53 heridos, es el segundo ataque más grande en la historia del país.
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Casi quince años después del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos vive la segunda masacre más grande de su historia, luego de que un joven de 29 años, Omar Mateen, abriera fuego contra los asistentes a un bar gay en Orlando y cobrara la vida de 49 personas antes de perder la suya, abatido por la policía. El hecho, que además dejó 53 heridos, de inmediato comenzó a marcar pauta en la campaña presidencial.
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, consagró su discurso en Manchester (New Hampshire) al terrorismo, la inmigración y la seguridad nacional, aspectos que hoy confluyen en un solo evento y que, a su juicio, el actual gobierno no ha sabido afrontar.
El magnate solicitó ser más enérgico ante el terrorismo e incluso acusó al presidente Barack Obama y a la aspirante demócrata, Hillary Clinton, de no ser capaces de reconocer lo que él llama “el Islam radical”. Al primero le pidió la renuncia y acusó de tener vínculos con la religión musulmana, y a la segunda que abandone la contienda.
Se congratuló por haber previsto que algo similar ocurriría, consideró que su país debía incrementar su campaña militar contra el Estado Islámico y prometió, nuevamente, que en su eventual administración cerrará las fronteras a inmigrantes musulmanes. Incluso, estimó que eventos similares se solucionarían con más armas en poder de los ciudadanos.
En tanto, la aspirante demócrata se enfocó en criticar la oposición de los republicanos en el Congreso a una ley que permita, justamente, un mayor control en la venta de armamento. Pidió a los gobiernos local y federal trabajar juntos para compartir mejor la información sobre personas inestables que tienen fácil acceso a la adquisición de material bélico, y señaló que, a diferencia de lo expresado por Trump, EEUU debe ofrecer seguridad sin demonizar a los musulmanes-estadounidenses. “Podemos proteger a EEUU sin prohibir la entrada de inmigrantes al país”, dijo en una entrevista televisiva. “Fue un ataque complejo que involucra terrorismo, homofobia y acceso a armas”, aseguró.
Obama atribuyó el hecho al “extremismo autóctono”, mientras que el grupo islamista aplaudió el ataque y consideró al autor del atentado como un “soldado del califato”.
Terrorismo en elecciones
Con el FBI y la policía intentando probar los supuestos lazos islamistas de Mateen, y con el país y el mundo impactados por lo ocurrido, analistas ayer aseguraban que la discusión sobre el terrorismo dominará los debates hacia las presidenciales de noviembre. Desde Connecticut, el director de sondeos de Quinnipiac University, Tim Malloy, estimó que “el tema estará al tope de la agenda hasta el día de la elección”.
Por un lado, se destaca la inexperiencia política del magnate inmobiliario, quien podría no estar a la altura para enfrentar sucesos como el de este fin de semana. Pero por el otro, encuestas revelan que su enérgico rechazo y vocería sobre su política antiislamista –que ha causado furor en los electores más conservadores– pudiera ser más efectivo que el accionar diplomático de su rival.
En tanto, Clinton podría apoyarse en su experiencia como elemento a su favor. Ya estuvo en la Casa Blanca como primera dama por ocho años, pasó otros ocho en el Senado y cuatro en el Departamento de Estado, y además estuvo al tanto de la operación que condujo a la muerte del líder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden.
Así, la campaña electoral toma otro color con temas sensibles para los ciudadanos y sobre los que los candidatos ofrecen visiones muy diferentes.