Brasil condenó hoy las
subvenciones ofrecidas al sector agrícola y las barreras a la
exportación, que a su juicio impiden aumentar la oferta de alimentos
a nivel mundial y hacer frente a la actual crisis alimentaria.
"Brasil condena las subvenciones de manera general, no sólo las
de los países desarrollados, porque vivimos una crisis importante y
tenemos que ser conscientes de que no es sólo de precios, sino
también de abastecimiento", aseguró en Marraquech el viceministro
brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Ivan
Ramalho.
En una rueda de prensa durante la I Conferencia de Ministros de
Comercio Exterior de naciones africanas y sudamericanas, Ramalho
defendió la necesidad de "permitir que países que tienen tierras
disponibles, como Brasil, aumenten su producción para poder atender
las necesidades de los importadores de alimentos".
El viceministro, que estuvo acompañado por el titular marroquí de
Comercio Exterior, Abdellatif Maazouz, y por el embajador de Nigeria
en Rabat, Abdallah Wali, subrayó que Brasil "está preparado para
continuar siendo un exportador neto de alimentos" y que un alza de
su producción podría contribuir a minimizar la crisis alimentaria.
Se mostró confiado además de que "todos los países, incluido
Estados Unidos, son conscientes de la necesidad de revisar los
términos comerciales" al respecto, por lo que manifestó su
"optimismo" en que las negociaciones de la Ronda de Doha puedan
concluirse antes de finales de año.
La conferencia ministerial celebrada en Marraquech, que finaliza
hoy y cuenta con la participan más de 55 países de ambas regiones,
aspira a unificar las posturas comerciales de los participantes para
poder unir sus voces a nivel mundial y a reforzar su asociación en
el marco de la cooperación Sur-Sur.