La presión que ejerce el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que el líder de la Reserva Federal, Jerome Powell, respalde una baja en la tasa de interés no ha hecho más que crecer desde que retornó a la Casa Blanca, escribiendo capítulos intensos esta semana.
El martes en la noche trascendía en Bloomberg que el mandatario sugirió despedir a Powell ante un grupo receptivo de legisladores republicanos, posibilidad que corroboraba un funcionario el miércoles por la mañana. Ese mismo día, por la noche, Trump desmentía esta opción, pero con un tono poco tranquilizador para los mercados, cada vez más inquietos con este asunto.
“No descarto nada, pero creo que es muy improbable, a menos que tenga que irse por fraude”, dijo el mandatario, quien entre sus ataques a Powell ha incluido cuestionamientos sobre dos edificios de la Reserva Federal, que considera excesivamente lujosos, insinuando irregularidades financieras.
“Si fueran un banco central verdaderamente creíble, podrían decir: ‘Estamos mirando más allá de este cambio puntual en los precios’ (…) Su vacilación para recortar tasas, en mi opinión, juega en su contra”, dijo este jueves Kevin Warsh.
Mientras esta historia sigue desarrollándose, en una nota a sus clientes Ilan Benhamou, de JPMorgan, afirmó que los inversionistas empezarán a centrarse en las políticas del próximo presidente de la Reserva Federal. Después de todo, aunque no haya despido, la era de Powell está en su fase final, con un mandato que se extiende hasta el 17 de junio de 2026 y una probable definición de su sucesor con anterioridad a esa fecha.
¿Independencia?
Una de las cartas que está considerando Trump para nominarlo ante el Senado es Kevin Warsh, el mismo que compitió con Powell cuando el mandatario se vio enfrentado a esta tarea en su primer mandato.
Este mismo jueves, Warsh se hizo presente en el debate sobre la labor del banco central estadounidense. “La historia nos enseña que la independencia en la gestión de la política monetaria es esencial, pero eso no significa que la Fed sea independiente en todo lo demás que hace”, declaró en una entrevista con CNBC.
En la instancia, reiteró sus críticas a la gestión de Powell, cuestionando la inquietud que éste ha manifestado por el efecto inflacionario de la política de aranceles. “Si fueran un banco central verdaderamente creíble, podrían decir: ‘Estamos mirando más allá de este cambio puntual en los precios’. (…) Su vacilación para recortar tasas, en mi opinión, juega en su contra”, dijo.

Kevin Hessett, director del Consejo Económico Nacional. Kevin Warsh, exgobernador de la Reserva Federal. Fotos: Bloomberg
Warsh, de 55 años, con estudios en las universidades de Standford, Harvard y el MIT, fue asistente especial del exPresidente George W. Bush para Política Económica y Secretario Ejecutivo del Consejo Económico Nacional durante los años 2002 y 2006. Nominado por el mencionado exmandatario, formó parte de la junta de gobernadores de la Reserva Federal entre 2006 y 2011, un período marcado por la crisis financiera.
En esa etapa, Warsh se posicionó como un enlace crucial entre la Fed y Wall Street, tal como lo consignó el reconocido expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en su libro El valor de actuar: memorias de una crisis y sus consecuencias, destacando tantos sus contactos con el mercado, como su conocimiento del mismo. De hecho, Warsh antes de entrar al Gobierno trabajó en Morgan Stanley, donde alcanzó el cargo de director ejecutivo.
Kevin Hasset, el otro frontruner
Pese a sus potentes credenciales, Warsh no corre solo. También figura entre los posibles nominados un viejo conocido de Donald Trump. Se trata de Kevin Hassett, actual director del Consejo Económico Nacional (NEC, su sigla en inglés), órgano clave dentro del Poder Ejecutivo de EEUU que asesora directamente al Presidente.
Aunque con un rol menos vistoso que el de su competencia, Hassett también pasó por la Reserva Federal, entre los años 1992 y 1997, como economista senior en la División de Investigación y Estadísticas de la junta de gobernadores.
Aunque más cercano al mandatario republicano, a quien acompañó también durante su primer mandato como director del Consejo de Asesores Económicos (CEA, su sigla en inglés), Hassett -con estudios en Swarthmore College y la Universidad de Pensilvania- carece de experiencia en el mercado, algo que también es valorado por Trump.
En la definición del nominado para la sucesión de Powell participa activamente el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien también estaría sondeando para esa posición al actual gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, según indica Bloomberg, citando a fuentes cercanas al asunto.