Esta tarifa “podría terminar perjudicando a la misma industria que se supone debe ayudar. EEUU exporta tres veces más contenido del que importa”, afirman en Barclays.
Las acciones de empresas estadounidenses de medios y entretenimiento cayeron este lunes después de que el Presidente Donald Trump anunciara que planea imponer un arancel del 100% a las películas producidas en el extranjero.
En una publicación en Truth Social, el líder estadounidense dijo que estaba ordenando al Departamento de Comercio y a su representante comercial que “comiencen de inmediato el proceso de instauración” del gravamen a las películas extranjeras. “¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN AMÉRICA, OTRA VEZ!”, continuó Trump.
El mandatario también presentó las producciones extranjeras como una amenaza para la seguridad nacional, diciendo que otras naciones estaban utilizando películas para fines de mensajes y propaganda.
Una reunión clave
La publicación siguió a reuniones que Trump mantuvo el fin de semana, en su club Mar-a-Lago, con el actor Jon Voight, quien en enero fue nombrado por el mandatario como embajador especial en Hollywood con el objetivo de impulsar los empleos en EEUU, junto con Mel Gibson y Sylvester Stallone.
En dicho encuentro, Voigh junto a su representante, Steven Paul, le presentaron al Presidente sus planes para mayores incentivos fiscales federales para la producción cinematográfica y televisiva en EEUU, según fuentes familiarizadas con el encuentro de carácter privado.
Sus propuestas incluían ampliar los créditos fiscales existentes y reactivar algunos que ya han expirado. Sin embargo, no pusieron sobre la mesa ningún tipo de arancel como parte de su plan, siendo el Presidente quien habló sobre esos gravámenes en las reuniones.
Hasta el cierre de esta edición, no estaba claro cómo funcionaría dicho arancel, ni cómo se valorarían esas películas para fines de recaudación.
Muchas películas de estudios de Hollywood involucran producción global, incluidas locaciones de rodaje en países extranjeros y trabajos de postproducción que pueden realizarse en cualquier parte del mundo. Otras preguntas sin respuesta incluyen si la tarifa se aplicará a películas ya filmadas pero aún no estrenadas, o solo a nuevas producciones.
Los próximos estrenos que incluyen numerosas locaciones extranjeras incluyen The Fantastic Four: First Steps, de Disney, que fue filmada en el Reino Unido y España, y Jurassic World Rebirth, de Universal Pictures, con locaciones en Tailandia, el Reino Unido, Malta y EEUU.
Muchas películas de gran presupuesto de Hollywood han sido filmadas parcial o completamente fuera de EEUU. Una de las películas estadounidenses más taquilleras, Avatar (2009), fue filmada principalmente en Nueva Zelandia, mientras que Avengers: Endgame hizo un uso extenso de locaciones internacionales, incluidas Escocia y el Reino Unido.
“Si esto se implementa a gran escala, podría terminar perjudicando a la misma industria que se supone debe ayudar, especialmente considerando que EEUU exporta tres veces más contenido del que importa”, escribieron analistas de Barclays en una nota a inversionistas este lunes, agregando que acciones de medios como Netflix “habían sido vistas como defensivas debido a su poca exposición a amenazas relacionadas con aranceles”.
La industria hoy
La producción de cine y TV en EEUU se ha reducido en los últimos años por varias razones. Las empresas de medios han reducido el gasto en un intento por aumentar las ganancias mientras realizan la transición de la televisión tradicional a los servicios de streaming, los cuales se están expandiendo globalmente y buscan producir más películas para mercados extranjeros.
El gasto en producción cinematográfica y televisiva en EEUU cayó un 28% entre 2021 y 2024, según datos de la firma de investigación ProdPro. Al mismo tiempo, otros países, como Canadá, Australia y el Reino Unido, están viendo un aumento en la producción cinematográfica y televisiva, en parte debido a incentivos fiscales atractivos y menores costos de producción.
Irene Gardine, presidenta del gremio de productores audiovisuales de Nueva Zelandia (Spada), dijo que la declaración de Trump era confusa. “¿Se refiere a que las películas producidas en Nueva Zelandia no podrían estrenarse en EEUU sin un arancel del 100%? ¿O se refiere a películas estadounidenses que se filman aquí (y en otros lugares)?”, preguntó. “De cualquier manera, sería una pena terrible. Nos encanta tener producciones estadounidenses trabajando aquí”.
El primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, también comentó que la industria cinematográfica del país tiene “gente increíble, tecnología de primer nivel, excelentes empleos y vamos a seguir defendiéndola con mucha fuerza”.
En Australia, Screen Producers Australia, que representa a más de 750 empresas, predijo que el anuncio “enviaría ondas de choque a nivel mundial”.
La medida de Trump sigue a una acción de China el mes pasado para “reducir moderadamente” la cantidad de películas de Hollywood permitidas en el país en represalia por los agresivos aranceles de Trump. La Administración de Cine de China dijo en abril que las restricciones “inevitablemente reducirán aún más la favorabilidad del público doméstico hacia las películas estadounidenses”.