Los enviados de la Unión Europea se están preparando para reunirse esta misma semana con el fin de formular un plan de medidas en caso de un posible escenario sin acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya postura en las negociaciones arancelarias se percibe como más rígida de cara a la fecha límite del 1 de agosto.
La prioridad absoluta sigue siendo mantener las negociaciones con Washington en curso, para lograr un resultado que permita destrabar el impasse antes del plazo del próximo mes.
Sin embargo, según personas con conocimiento del tema, los esfuerzos aún no han dado resultados sostenidos tras las conversaciones de la semana pasada en Washington. Las negociaciones continuarán durante las próximas dos semanas.
Ahora se considera que EEUU busca imponer un arancel casi universal a los productos de la UE superior al 10%, con cada vez menos excepciones limitadas a la aviación, ciertos dispositivos médicos, medicamentos genéricos, algunos licores y un conjunto específico de equipos de manufactura que el país necesita, según las mismas fuentes, que pidieron mantener el anonimato por tratarse de deliberaciones privadas.
Un portavoz de la Comisión Europea, que gestiona los asuntos comerciales del bloque, señaló que no harían comentarios sobre las negociaciones en curso.
Ambas partes también han discutido un posible tope para algunos sectores, así como cuotas para acero y aluminio, y un mecanismo para blindar las cadenas de suministro de fuentes que saturan el mercado con estos metales, dijeron las fuentes. Advirtieron que incluso si se alcanzara un acuerdo, este necesitaría la aprobación de Trump, cuya postura aún no está clara.
¿Sin acuerdo?
Con las perspectivas de un resultado positivo cada vez más lejanas y con la fecha límite acercándose, se espera que la UE comience a preparar un plan para actuar con rapidez en caso de no lograr un acuerdo, indicaron las fuentes. Añadieron que cualquier decisión de represalia probablemente requeriría la aprobación política de los líderes del bloque, dado lo que está en juego.
Cualquier contramedida de peso probablemente provocaría una brecha aún mayor en el comercio transatlántico, considerando las advertencias de Trump de que cualquier represalia contra intereses estadounidenses solo invitará a su administración a aplicar tácticas aún más duras.
El bloque ya ha aprobado posibles aranceles sobre bienes estadounidenses por un valor de 21 mil millones de euros que podrían implementarse rápidamente en respuesta a los gravámenes de Trump sobre metales.
Estos aranceles apuntan a estados políticamente sensibles en EEUU e incluyen productos como soja proveniente de Luisiana, estado natal del presidente de la Cámara, Mike Johnson, además de otros productos agrícolas, carne de ave y motocicletas.
“Estoy seguro de que lograremos un acuerdo”, dijo el secretario de Comercio de EEUU, Howard Lutnick, en el programa Face the Nation de CBS el domingo. “Creo que todos estos países clave se darán cuenta de que es mejor abrir sus mercados a EEUU que pagar un arancel significativo”.
Lutnick añadió que había conversado con negociadores europeos el domingo por la mañana.