Por Constanza Morales H.
Mirando con nerviosismo las negociaciones que se están llevando a cabo entre la Casa Blanca y el Congreso para evitar el llamado abismo fiscal, la Reserva Federal inició ayer su última reunión del año.
Economistas encuestados por Bloomberg creen que la autoridad monetaria anunciará hoy nuevas medidas de estímulo, para consolidar la reactivación de la economía, que en las últimas semanas ha dado varias señales de repunte, pero que todavía sigue vulnerable.
Los expertos apuestan que el banco central activará un plan de compras de bonos del Tesoro por US$ 45 mil millones mensuales. Estas adquisiciones se sumarían al actual programa de alivio cuantitativa (QE3), que contempla compras de títulos respaldados por hipotecas por
US$ 40 mil millones mensuales.
“Va a ser masivo y abierto en términos de tamaño”, comentó a Bloomberg Joseph LaVorgna, economista jefe para EEUU de Deutsche Bank Securities y ex economista de la Fed de Nueva York.
De acuerdo a la estimación de los analistas, el presidente de la Fed, Ben Bernanke y el comité de política monetaria continuarán con las compras por lo menos hasta el primer trimestre de 2014. “Ellos ven este estímulo como algo necesario para sostener la economía” y consolidar las mejoras recientes en sectores como el inmobiliario y el automotor, afirmó John Silvia, economista jefe de Wells Fargo.
Este nuevo programa llegaría justo para el término de la Operación Twist, programado para fin de año. A través de este mecanismo, la Fed intercambia cada mes US$ 45 mil millones de bonos de corto plazo por deuda del gobierno a largo plazo.
Sin embargo, esta operación, iniciada en septiembre de 2011, mantuvo sin cambios el balance de la institución. Si se concretan las nuevas compras, el balance de la Fed se expandirá desde los actuales
US$ 2,86 billones (millones de millones) hasta US$ 4 billones.
Mayor déficit comercial
Además del abismo fiscal, como se ha denominado a una serie de alzas de impuestos y recortes del gasto público que se activarán a fin de año si el Congreso no llega a acuerdo y que podrían hundir a la economía de vuelta a la recesión, EEUU sigue siendo vulnerable a la crisis de deuda soberana que atraviesa Europa, uno de sus principales mercados.
Reflejando este escenario de riesgo, el Departamento del Comercio informó ayer que el déficit comercial de EEUU aumentó a US$ 42.200 millones, un alza de 4,9% respecto de los
US$ 40.300 millones registrados en septiembre.
La brecha en la balanza comercial se explica porque la caída en las exportaciones superó a la baja en las importaciones.
Los embarques retrocedieron 3,6% en el décimo mes del año, a
US$ 180.500 millones, su mayor declive desde enero de 2009, mientras que las importaciones se redujeron 2,1% a US$ 222.800 millones, su punto más bajo desde abril de 2011.